Helicoidal 2020 (marzo)

31/3/20

The Radio Dept. You fear the wrong thing baby
French Police Dance with me  
Big Fox Beast  
Phosphene Spiral  
Dune Messiah I headed for the dancers  
HYLA Take eyes
Fine China Trees at night  
Mumrunner Remember me  
Chappaqua Wrestling Early  
Damen I'll be waiting for it  
Skuldpadda Red moon  
The Tarantula Waltz Love and theft
Laveda Ghost

"Rewind" (Juan Tallón) Subrayadas (114)

29/3/20

La vida sigue caminos que no existen hasta que los tomas.

Tiendo a creer que, en último término, el ser humano añora la belleza. Las personas a quienes quiere, los sitios en los que fue feliz, los amigos que le hicieron la vida más fácil, los objetos que lo consuelan, las redes de seguridad, la fuerza invisible de las expectativas son belleza, y su ausencia prolongada se vuelve insoportable para los sentimientos.

Un pensamiento tristísimo, pero verdadero, me aplastó: solo tenía veinte años, pero ya había dejado atrás mis mejores días.

Fue uno de esos momentos en los que uno desea sinceramente no morir sino estar muerto ya, para sortear el sufrimiento y no hacer frente a los cientos de instantes desgarradores que le esperan en las próximas horas, días, semanas.

Hay cosas que a menudo no van como a uno le gustaría, pero el temor a caer en lo desconocido te instala en una suerte de miseria cómoda.
Me parecía que en mi vida se destaparía  al día siguiente un follón tremendo, y esa pereza podía más que el respiro que al fin me concedería un divorcio.

Ser solitario y estar sola son quizá las ideas más opuestas que existen.

Perseguía su destino no tanto fuera de casa como dentro. Lo que uno era capaz de hacer al regresar al hogar, y no al partir, daba la medida según él de la clase de persona que era.

Parecía  que otra vez íbamos a engendrar ilusiones por las cosas simples, que, en realidad, son las ilusiones más difíciles de poner en práctica.

El horror a perder algo es infinitamente peor que saber que nunca tendrás algo que deseas muchísimo.

Qué clase de suicida pensaba, en el instante decisivo, cuando se necesita todo el valor y la inconsciencia, en la impresión que causará en las personas que lo van a encontrar muerto, sin ropa. En ese instante, como si se ajustase algo que estaba suelto, salí de la bañera y desenchufé el secador.

Hacer las cosas por primera vez es uno de esos asombros fascinantes que en ocasiones depara la vida. Nada es igual al esplendor de los comienzos.

Phosphene Con vistas al mar (101)

26/3/20


Me escribió Matt que estaban agradecidos por que hubiéramos encontrado a su grupo Phosphene entre el vasto mar de la música. Así es, todos coincidimos en que los tiempos actuales son, para la música. un enorme océano, con los maravillosos horizontes gigantes que eso crea, y también con los oscuros abismos de agua que acechan. Para lo bueno y para lo malo, los tiempos actuales son así. Y allí nadan con elegancia y soltura Phosphene, trío de Portland formado por Matt Hemmerich, Rachel Frankel y Kevin Kaw, que en 2014 debutaron con "Phosphene", en el que se encontraban grandes canciones como "Lovers" y "Go to sleep" en una amalgama indie rock con pinceladas shoegaze que nos remite al sonido de los primeros noventa de bandas como Pale Saints, Throwing Muses y Lush. Dos años después continuaron su discografía con el mini-lp "Breaker", y este año han vuelto con dos singles que les sitúan en lo mejor de su carrera: la deliciosa "Cocoon" y, sobre todo "Spiral", una enorme y preciosa canción donde las guitarras brillan limpias y luminosas y la voz de Rachel desarma en un conjunto de belleza sencilla y acogedora. Su próximo disco se titulará "Lotus Eaters", y desde ya la espera es ansiosa. Amablemente, Matt y Rachel nos cuentan algunas anécdotas y músicas favoritas. x Fernando SoYoung



El momento en que decidisteis que la música era esencial en vuestra vida.
Matt: Luché contra las enfermedades mentales en el instituto. La música era un bálsamo y un refugio en el que confiaba a menudo. Ese período de mi vida fue cuando me di cuenta de lo intrínseco que era la música para mi bienestar.
Rachel: No creo que fuera un momento en particular. Crecí fascinada por instrumentos de todo tipo, especialmente el piano. Aprendí a tocar las teclas mayormente de oído cuando era niña y aprendí a tocar la guitarra al principio de la escuela secundaria, que fue cuando las cosas cambiaron más para mí en términos de convertirme en músico y compositora.

¿Tuvisteis algún ídolo musical en la infancia?
Matt: Mis ídolos de la infancia eran todos de dibujos animados, pero de adolescente adoraba a Davey Havok, de AFI.
Rachel: ¡Idolatraba a Gwen Stefani y No Doubt! Aún no había dado con la idea del feminismo a los 13 años, pero su presencia como intérprete y sus letras me impresionaron mucho incluso antes de darme cuenta de por qué resonaba tanto en mí.

Vuestro álbum favorito antes de 1990 y de 1990 a 2020.
Matt: Antes de 1990: Creo que Master of Puppets de Metallica.
De 1990 a 2020: ¡Eso es simplemente injusto! Aquí es donde soy musicalmente poliamoroso. Aquí están:
In Utero de Nirvana
Turn On the Bright Lights de Interpol
Boxer de The National
In Rainbows de Radiohead
Middle Cyclone de Neko Case
July Flame de Laura Veirs
IGOR de Tyler, The Creator

Rachel: Antes de 1990: The Velvet Underground & Nico. Violator de Depeche Mode estaría en segundo lugar, aunque salió en 1990.
De 1990 a 2020: Este período comprende casi toda mi vida. Lo dividiré en períodos de 5 años:
1990-1995: Circle of one de Oleta Adams. Mis padres tocaban a esto TODO EL TIEMPO cuando era pequeña.
1995-2000: The Miseducation de Lauryn Hill
2000-2005: Figure 8 de Elliott Smith / Hail to the Thief de Radiohead
2005-2010: empatado entre Middle Cyclone de Neko Case y The Woods de Sleater-Kinney
2010-2015: Shields de Grizzly Bear, Bloom de Beach House
2015-2020: Matt me robó muchas de mis respuestas, así que voy a variar esto un poco. Anima de Thom Yorke y Lemonade de Beyoncé.

Contadnos algo interesante que os haya pasado en un viaje por Europa o EE.UU.
Matt: Viajar al extranjero es siempre divertido porque recibes opiniones no filtradas sobre los EE.UU., lo que honestamente aprecio.
Rachel: En un viaje a Albuquerque, Nuevo México, mi madre y yo estábamos haciendo un tour en jeep y tuvimos que escapar del coche cuando se quedó atascado en arenas movedizas.

Una persona a la que os gustaría abofetear y por qué.
Matt: Donald Trump. Es una pandemia de estupidez.
Rachel: Morrissey, porque todo lo que sale de su boca últimamente es pura basura.

¿Qué película habéis visto más veces?
Matt: El resplandor está en la cima. Eternal Sunshine of the Spotless Mind ´(¡Olvídate de mí!) está justo detrás de esa.
Rachel: Pesadilla antes de Navidad, sin duda alguna.

2 cosas positivas y 2 negativas que conozcáis de España.
Matt: Positivas: Paella y Pau Gasol. Negativas: Enrique Iglesias y los conquistadores.
Rachel: Positivo: Gaudí, chocolate con churros (¡yum!) Negativo: Sólo se me ocurre uno: que los toros lo tienen muy chungo allí...

Descubridnos a un músico o una banda que os guste mucho y que no conozca mucha gente.
Matt: Laura Veirs es una maravillosa cantautora fok de Portland, Oregón. Su álbum "July Flame" es el álbum folk más subestimado de la década de 2010.
Rachel: Loma, Protomartyr y Hater son algunos de mis favoritos menos conocidos últimamente.



¿Qué concierto que hayáis visto nunca olvidareis?
Matt: ¡Hay tantos para elegir! Me decantaré por The National en el Treasure Island Music Festival  en 2010. Fue un momento particularmente especial con mi compañera de banda y compañera, Rachel.
Rachel:  Radiohead en el Greek Theater de Berkeley.

El mejor consejo que os han dado.
Matt: La empatía es la moneda del amor y de un mundo mejor.
Rachel:  Si trabajas duro y eres amable, sucederán cosas increíbles.

Finalmente, decidnos quién creéis que es el bueno, el feo y el malo de la música pop.
Matt: El bueno: Beyoncé . El malo: Justin Bieber. El feo: Ed Sheeran.
Rachel: El bueno: Lizzo. El malo: Justin Bieber. El feo: Elijo a Rebecca Black.

GRMLN Bocados (band)camperos (54)

23/3/20


El más que prolífico Yoodoo Park (a sus veinticinco años, catorce álbumes desde 2012) ha grabado los últimos cinco mientras vivía en Japón los últimos dos años. "Las habitaciones y lugares en los que vivíamos eran horriblemente pequeños, especialmente para un tipo grande de 1,80 m. como yo. Sin embargo, fue un espacio en el que pude escribir y grabar las cosas que aprendí mientras vivía en el país en el que nací.  He visto muchos aspectos hermosos de la vida en Japón, pero también las partes oscuras. Este disco es un regalo de despedida por el tiempo que he vivido en Japón antes de mudarme a Australia". 
"Goodbye, world" es el nombre de su última creación, nueve canciones que se pasean por las -tan habituales en nuestro tiempo- veredas cuyo cruce de caminos es el lo-fi y el dreampop, con melodías ensoñadoras que se ensamblan a la perfección con unas guitarras limpias y resplandecientes. "Blue sky", "Dog", "Grow" y, sobre todo, "Sun" (títulos breves, para canciones breves) son los cuatro mejores ejemplos en este disco de la destreza de Park y sus GRMLN para crear bonitas atmósferas de estimulante indie pop.

Close Lobsters: bagaje de simpatía Postales desde el asilo (83)

20/3/20

Imposible ser objetivo con este grupo, los Close Lobsters. He escuchado tantas y tantas y tantas veces su "Foxheads stalk this land" (1987) desde que lo descubriera con -como siempre, entonces- algo de retraso, que enjuiciar su nuevo disco tantísimos años después sin todo el bagaje previo de simpatía hacia ellos me es imposible.

La portada es horrible, el título también ("Post Neo Anti: Arte Povera in the Forest of Symbols") y prefiero no ver fotos actuales suyas, de los hermanos Burnett y compañía, para no tragar saliva ante las devastaciones que el tiempo nos inflige.

Evidentemente, el nuevo disco no tiene la frescura y el nervio de aquel disco de aquellos jovenzanos, pero aún así tiene canciones que despliegan un nivel más que aceptable. Las melodías siguen llegando y las guitarras y las voces dejan la impronta de lo que fueron. Están ahí, y eso es una alegría tremenda de reencuentro. De hecho, si uno incide en eso de las varias escuchas, resulta que acaba siendo un disco verdaderamente chulo y bastante mejor que los que le acompañan como novedades en este ordenador.

Así que muy contento con esta vuelta, haya sido mucho o nada objetivo. Evidentemente a estas alturas ya no se trata de eso. x Fernando SoYoung

"Where's me jumper? (Sultans of Ping FC) Grábame una cinta de 60 (93)

17/3/20

Entre las cintas de 60 que circulaban en la primera mitad de los 90 en el pub El Cairo, no solía faltar una canción que era de las fijas en el obligado pogo de cada noche de fin de semana. Era "Where's me jumper?", del grupo de Cork Sultans of Ping FC. Era una hooliganada de tomo y lomo cuyo estribillo tenía nuestra especial versión en castellano: "wait a minute, ¿cuál es mi sopa?", recitada a voz en grito y empujando al vecino. Diversión juvenil despreocupada y alimentada por los efluvios de los whiskolos. Otras versiones fijadas en la memoria de entonces eran el "champán champán chocolá" (House Of Pain, "Jump around") o aquel archihit multiversionado hasta la saciedad "que me chupen el chou chou" de Rage Against The Machine.

"Where's me jumper?" salió como single en febrero de 1992, y posteriormente cerrando el álbum "Casual sex in the cineplex" (1993) que recuerdo haberme comprado llevado por la euforia de la sopa. Poco recuerdo de aquel disco y de los demás del grupo, si acaso aquella más tranquila "2 pints of rasa" (que había escuchado en alguna otra cinta de El Cairo) o la posterior "You talk too much", más punk beodo. Un grupo insignificante para la historia de la música pero al que tengo el mayor de los cariños, simpatías y buenos recuerdos, encerrado en una frase endógenamente mítica: "¿cuál es mi sopa?". x Fernando SoYoung

"Los errantes" (Olga Tokarczuk) Subrayadas (113)

15/3/20

No se explicaba cómo era posible que los años hubiesen pasado por su vida campo a través, livianos y efímeros, sin dejar huella.

Borro de mis mapas todo lo que me hiere. Los lugares donde tropecé, caí, fui golpeada, humillada, ofendida, ya no aparecen, han dejado de existir.
De este modo borré unas cuantas grandes urbes y toda una provincia. Quizá llegue el día en que borre un país entero.

La noche no termina nunca, extiende siempre su poder sobre alguna parte del mundo.

Desde que cumple los treinta, el ser humano empieza a encogerse poco a poco.

Claro que se acuerda de aquella noche de junio: con la edad la memoria empieza a abrir poco a poco sus abismos holográficos, un día tira del siguiente, como con una cuerda, y de este emergen horas y minutos. Las imágenes estáticas se ponen en movimiento, primero despacio, repitiendo una y otra vez los mismos momentos, y todo recuerda a la labor de sacar esqueletos antiguos de la arena: primero se ve un solo hueso, pero el pincel no tarda en descubrir otros; finalmente sale a la luz toda la compleja estructura: las articulaciones, las conexiones, la construcción en la que se apoya el cuerpo del tiempo.

Le sorprendía que las personas tuviesen esa tendencia a visitar los lugares de su juventud por voluntad propia. ¿Qué buscarían, de qué se cerciorarían: de que habían vuelto a pisarlos? ¿De si habían hecho bien en abandonarlos? Tal vez las empujaba la esperanza de que el recuerdo exacto de los lugares de antaño funcionara como una cremallera, creando una sutura metálica que, diente tras diente, uniera el pasado y el futuro en una superficie estable.

En los últimos años se dio cuenta de que, pura y simplemente, bastaba con ser una mujer de mediana edad, sin ningún rasgo distintivo, para volverse invisible en el acto. No solo para los hombres, también para las mujeres, porque estas ya no la consideraban una rival en competición alguna. Una sensación nueva y sorprendente: notaba cómo las miradas de la gente se deslizaban por su cara, sus mejillas y su nariz sin siquiera rozarlas. Esas miradas atravesaban su cuerpo y la gente debía de ver a través de él anuncios, paisajes urbanos, horarios de transporte público. Estaba claro, se había vuelto transparente, y pensó que en el fondo la invisibilidad no era mala, que ofrecía grandes posibilidades; solo tenía que aprender a aprovecharlas. En una situación dramática nadie la recordaría, los testigos declararían: «una mujer como tantas...», «había alguien más por ahí...». Los hombres son más implacables en estos asuntos que las mujeres, que a veces se fijan en un pendiente; ellos, en cambio, no ocultan nada: su mirada no dura más que un segundo. De cuando en cuando algún niño, por una razón inexplicable, clavaba la vista en sus ojos, examinaba su rostro con meticulosa indiferencia para, a continuación, volver la cara hacia... el futuro.

Al pasar por estas ciudades, ya sé que finalmente tendré que detenerme en alguna por más tiempo, tal vez incluso instalarme. Las sopeso en la cabeza, las comparo y evalúo, y siempre me da la impresión de que cada una de ellas está o demasiado lejos o demasiado cerca. De manera que todo parece confirmar la existencia de un punto fijo en torno al cual realizo mis circunvalaciones. Demasiado lejos ¿de qué? Demasiado cerca ¿de qué?

Lo que no se recuerda, es que nunca existió.

“The unheard pleasures of Inane” Rescatalogados (17)

11/3/20

V.V.A.A.: “The unheard upleasures of Inane. Somewhere in Europe, 1972” (Sinedín / Inane) 

No me he podido resistir a la tentación de comentar y destacar este cd que acompaña a la revista Factory en su n.º 22, ya que trata de uno de los sellos (de distribución) favoritos del momento, Inane. Estos placeres inexplorados representan un tipo de música que, parece ser, ya tiene etiqueta: el twee pop. Así llaman a las genialidades que interpretan bandas como los griegos The Crooner, los suecos The Mopeds, Club 8, Eggstone, Acid House Kings o Happydeadmen, los británicos The Cherry Orchard, las alemanas Die Moulinettes, los americanos The Pastry Heros, etc., y que no es otra cosa que pop multicolor de culto a la melodía preciosista y agridulce, al arreglo romántico, al hedonismo y a la melancolía luminosa. Pero no todo es twee en este sello ni este disco y así encontramos a los poéticos y entrañables The Pale Fountains, a los más inquietos Doris Days, a los extraordinarios Chocolate Barry (hermosa orquestación la de su “I Cry Because Of You, Argentina”) o a personajes sugerentes como Martin Thulin o Peter Thomas. Un disco de inagotables fragancias. Publicado en So Young mayo de 1999

Postcards / Pia Fraus / Mint Julep A vuela escucha (63)

8/3/20

Postcards provienen del Líbano, pero es evidente que se han empapado de bandas internacionales de clase excelsa como Cocteau Twins y Beach House. Este "The good soldier" despliega con elegancia y talento los mejores patrones del género dreampop, guitarras envolventes y voces etéreas suspendidas en evocadoras melodías (preciosas "Spiderwebs" y "Lights out"). Un gusto.



Llevan más de veinte años hacienso música, y se nota: los estonios Pia Fraus dominan ese difícil arte del pop de dotar a una canción de melodía, ritmo y atmósfera. Su nuevo disco se llama "Empty parks" y abarcan guitarras shoegaze, electrónica y pop iridiscente de estribillos arrolladores, impecables en "Hidden parks", "Mr. Land Freezer" y "Sween Sunday snow".



En "Stray fantasies", Mint Julep han confirmado lo que ya estábamos viendo venir de ellos, es decir, que Keith y Hollie Kenniff han conseguido construir en "Stray fantasies" un excelente disco de pop electrónico, que brilla a lo grande en canciones como la monumental "Iteration", que cierra el disco, y "Blinded", "Stray fantasies" y "Unite", que lo abren. Están en su momento, en estado de gracia.

Martín Buscaglia Nunca y siempre. El sentido de la posibilidad (32)

5/3/20



Las canciones de Martín se cruzaron en nuestra vida en el año 2006, cuando publicaba su segundo disco para el sello Lovemonk. "El evangelio según mi jardinero" nos transportaba en aquel momento, por su sencillez y complicidad, a una década ante, cuando por sorpresa y sigilosamente nos había cautivado un disco como "Échate un cantecito" de Kiko Veneno. Desde entonces le seguimos la pista a toda su creación.
Y como si nuestra percepción musical fuera una casamentera, que especula con las parejas, diciendo "qué buena parejita harían", en 2014 esa relación musical que existía en nuestra cabeza se materializó en un disco compartido de Kiko Veneno y Martín Buscaglia: "El Pimiento Indomable".
Estamos en 2020 y somos afortunados por tener "Basta de música", el nuevo disco de Martín Buscaglia. x Simón Zico



Un disco que nunca dejarás de escuchar y un grupo o artista al que nunca escucharías.
“One, two” de Sister Nancy.
Patti Smith, o Radiohead.

El plato estrella del cocinero que siempre has evitado ser (o que siempre has sido).
Salmorejo.

Una película muy famosa que siempre te has negado a ver.
He disfrutado varias veces de levantarme en el cine y abandonar una película, por ejemplo “The 8 hateful” de Tarantino, o “El señor de los anillos”. Lo recomiendo. Provoca una reluciente sensación de libertad descarada .

Dos conciertos cuyo impacto nunca se te ha borrado del recuerdo, uno por bueno y otro por malo.
Marc Ribot & Joe Bataan, en Madrid. Además de una música divina, incluyó escenas explícitas de pugilato entre Marc y un camarógrafo, y también un trencito farandulero comandado por Joe y su señora.
Y no voy a nombrar responsables para no herir susceptibilidades, pero hace poco viendo un concierto (la gente parecía extasiada), nos miramos con mi chica y dijimos: “vámonos rápido de acá a tomar un whisky, ¡a ver si así sentimos algo!”

Cuéntanos una gamberrada infantil cuyas consecuencias han hecho que nunca la hayas podido olvidar.
Mi tío Pippo me pasó a buscar y salimos a caminar por la rambla montevideana. Al pasar frente a un club deportivo nos colamos en la piscina, nos tiramos desde el trampolín, y huimos empapados antes de que nos atraparan. Paso a menudo por esa esquina y si voy con alguien no puedo no rememorar la expeditiva micro hazaña.

El libro que siempre has pensado que te identifica completamente.
“Grapefruit” de Yoko Ono.

Un lugar del planeta que nunca pisarías.
New Haven. Para mancomunarme con el poeta Henrik Nordbrandt, quien dice: “No creo que vuelva a New Haven… Hay montones de lugares a los que tengo ganas de regresar. Cuando estoy a punto de pensar en uno me pongo a pensar inmediatamente en New Haven. Recomiendo a todos que se busquen un lugar así”


Una canción que siempre has soñado componer.
“Sou uma criança, nâo entendo nada” de Erasmo Carlos.

Un político al que nunca seguirías al fin del mundo.
El único político al que seguiría es Gilberto Gil.

El garito, pub, discoteca o sala que siempre has pensado que no te hubiera importado que fuera tuyo.
¿Tener un garito o similar? ¡Jamás se me pasaría por la cabeza! ¿Para qué?

La etiqueta o comparación artística con tu música que nunca te ha gustado y siempre está presente.
Suelen tildar mi laburo de “muy creativo”. ¿wtf? ¿No debería ser eso una condición sine qua non de toda obra? Igual, más que fastidiarme me genera una especie de ternura desencantada.

La enfermedad que más te horroriza y nunca querrías contraer.
Afonía.

The Bedrooms Con vistas al mar (100)

3/3/20


Como unas The Organ de Portland, con épica e intensidad redobladas, The Bedrooms acaban de publicar su primer disco, "Passive viewing", un disco de nueve canciones que no baja su intenso ritmo en ningún momento, con guitarras y voces cercanas al post-punk. Como ellas mismas dicen: canciones de amor para freaks. Su cantante, Jen, nos detalla algunas querencias personales.



- El momento en que decidiste que la música era esencial en tu vida.
Crecí rodeado de músicos, así que la música ha dado forma radicalmente a mi vida.

- ¿Tuviste un ídolo musical en la infancia?
Mis padres. Tocaban juntos en grupos desde que yo era muy joven y pensaba que eran geniales. 

- Tu álbum favorito antes de 1990 y de 1990 a 2020.
 Tengo muchos favoritos, así que es difícil elegir. Ahora mismo, diría que "The Dreaming" (1982) y "The Red Shoes" (1993) de Kate Bush.

- Una persona a la que te gustaría abofetear y por qué.
A cualquier policía, querido.

- Descúbrenos un músico o una banda que te guste mucho y que no conozca a mucha gente.
Por favor, escucha a Eve's Peach de San José, CA. Increíble cómo cantan y componen.

- ¿Qué concierto en el que has estado no olvidarás nunca?
Cuando tenía cuatro años, soñé que estaba en el Metropolitan de Nueva York para escuchar "Adiós a la Ópera" de Leontyne Price. Era tan real que nunca lo olvidaré.

- El mejor consejo que te han dado.
Hermanas, no gemelas.

- Finalmente, dinos quién crees que es el bueno, el feo y el malo de la música pop.
Siempre me interesan más los malos y los feos. Todo lo que se considera "bueno" rara vez lo es y los que tienen el privilegio de considerar a un artista, suelen ser aburridos.