"Sueños de seductor" Tocinillo de cine (5)

14/6/08

“En el fondo, todos estamos tras la chica y con miedo a morirnos. La gente me observa en la pantalla, me ve citándome con una chica, saliendo con ella sin dejar de meter la pata, intentando besarla torpe e infructuosamente, y se ríen porque piensan: “Oh, dios bendito, a él también le pasa lo mismo”, y creen que se ríen de mí, pero se ríen de sí mismos. Y eso, en el fondo, les gusta.” Woody Allen

Seguramente en las filmografías sobre Woody Allen figurarán como películas más destacadas del director neoyorquino “Annie Hall”, o “Manhattan”, o “Maridos y mujeres”, o “Delitos y faltas” o incluso la más reciente “Match Point”, pero yo siempre he tenido debilidad por esta película, que curiosamente no fue dirigida por él sino por Herbert Ross, pero de cuyo guión sí es autor.

Alguien que conozco dijo una vez, llevado por la frustración de no ser correspondido por una mujer por la que se sentía fuertemente atraído: “Cómo me gustaría ser irresistible para poder tener a quien quisiera”. Y en realidad, ¿qué hombre no ha soñado alguna vez con ser irresistible para las mujeres, con entrar a una fiesta, a un bar, a cualquier lugar público y tener automáticamente la sensación de que la mujer más atractiva del lugar cae rendida a sus pies y a su voluntad con una sola mirada?. ¿Y quién no ha tenido el deseo de ahorrarse todos los farragosos y complicados trámites para iniciar una conquista amorosa, de ahorrarse los nervios, la inseguridad exasperante de intentar iniciar una relación sexual o sentimental con una persona gracias a un físico y a una personalidad arrolladora que por sí solos ahorran todo ese esfuerzo ingrato y tantas veces infructuoso? La realidad es que el ego masculino es tan grande como su capacidad para fantasear sexualmente.

En “Sueños de seductor” (título original, “Play it again, Sam”), Allan Felix (Woody Allen) es un soñador que afronta la vida intentando mirarse en el espejo del cine, concretamente en Humphrey Bogart -siempre deambulando por los alrededores de Allan- y su aparente seguridad y atractivo irresistible. Pero cuando su mujer le deja y su apacible vida se tambalea, llega el naufragio: su torpeza con las mujeres es total, y la vida real está demasiado lejos de la idílica del celuloide.

Así, interpretando a la perfección el clásico personaje torpe, frágil y apocado, Woody Allen borda una comedia que combina de forma fantástica gags memorables con situaciones con un delicioso toque dramático, y de esa mezcla sale una película fresca y divertida, de las que no cansan porque jamás envejecerá (y ya han pasado 36 años). Con unos espléndidos Diane Keaton y Tony Roberts secundando al protagonista, “Sueños de seductor” es la película ideal para aquél a quien le guste la primera etapa de Allen, aquella en donde el personaje enclenque hace reír pero que siempre termina triunfando con la chica...
x Hugo Sogas

Título original: Play It Again, Sam; Año: 1972; Director: Herbert Ross; Guión original: Woody Allen (basado en su obra teatral); Intérpretes: Woody Allen, Diane Keaton, Tony Roberts, Jerry lacy, Susan Anspach; Productores: Arthur P. Jacobs, Frank Capra Jr. (productor asociado); Producción ejecutiva: Charles H. Joffe; Música original: Billy Goldenberg; Fotografía: Owen Roizman; Duración: 85 minutos

0 comentarios: