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Lo bueno que tienen los grandes músicos que han tenido ya reconocimiento de sobra (supongo que también dinero) y que han pasado de los 50, es que ya no tienen la urgencia del triunfo, la ansiedad por ser aceptados y admirados, la avidez por enseñar al mundo su talento. Bernard Sumner pasó a la historia de la música pop por encabezar a una de las grandes bandas del siglo XX, New Order, además de por crear uno de los proyectos más esperanzadores de los 90, Electronic, con quien editó un debut esplendoroso. Ahora, tras una segunda época al lado de Peter Hook, se lanza al ruedo bajo un nuevo nombre, Bad Lieutenant. El grupo, salvo Hook, lo componen los mismos de la última alineación New Order más Jake Evans, que canta algunas canciones, y Alex James (Blur). Y su debut, "Never Cry Another Tear", suena como tiene que sonar, con reminiscencias de su grupo de siempre, pero sin el característico sonido de bajo de Hook y alejados de cualquier reminiscencia electrónica. De esa forma, volvemos a encontrarnos un puñado de canciones de factura impecable, un pop de bastantes kilates, de melodías sin fecha de caducidad de esas que nos retrotraerán en el futuro a buenos momentos presentes. A Sumner ya sólo le pedimos que nos entregue de vez en cuando algunas canciones que acompañen dignamente a esas canciones mágicas que lleva casi 30 años haciendo y a las que tanto seguimos todavía acudiendo. Y para eso, para quedarse, están "Sink And Swim", "Runaway" y "Shine Like The Sun". x Rubén Aliaga
Nunca pensé que Bernard Sumner algún día llegara a provocarme... desidia. No sé a qué juega, pero la partida se abandona por cansancio. Cansancio de que un compositor con tanta gloria pasada insista en dilapidar su -ya tocado- prestigio con discos insignificantes. ¿Quién necesitaba a Bad Lieutenant? Quizá Jake Evans, un desconocido que canta algunas de las canciones del álbum. Quizá este disco aprobara si no supiéramos que en él hay una parte que integró de gran manera New Order, pero conociendo ese dato, "Never Cry Another Tear" decepciona. Claramente y sin paliativos. No hay brillo, no hay chispa que encienda la llama, ni siquiera la cerilla. Algunas canciones parece que han sido compuestas por obligación, y aunque tienen algo, lo que quiera que sea se pierde por el camino, caso de "Running Out Of Luck" y "Twist Of Fate"; otras son directamente sonrojantes, como "Head Into Tomorrow", en la que parecen unos Oasis de geriátrico, "Poisonous Intent", una de las peores canciones de toda su vida, el quiero del estribillo de "Summer Days On Holiday" y el no puedo del resto de canción, por no hablar de "Dynamo", auténtica furrufalla sin fundamento musical alguno. Soy de los que piensan que los New Order de los noventa han sido muy injustamente tratados, pero no voy a tragar con cualquier cosa que haga Bernard Sumner, por mucha admiración que le tenga. Sé que otro "Electronic" sería demasiado pedir, ¿pero qué tal dejar de jugar a rockero de tres al cuarto y volver a la esencia de lo que siempre ha hecho tan bien? x Matías Galli
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Lo bueno que tienen los grandes músicos que han tenido ya reconocimiento de sobra (supongo que también dinero) y que han pasado de los 50, es que ya no tienen la urgencia del triunfo, la ansiedad por ser aceptados y admirados, la avidez por enseñar al mundo su talento. Bernard Sumner pasó a la historia de la música pop por encabezar a una de las grandes bandas del siglo XX, New Order, además de por crear uno de los proyectos más esperanzadores de los 90, Electronic, con quien editó un debut esplendoroso. Ahora, tras una segunda época al lado de Peter Hook, se lanza al ruedo bajo un nuevo nombre, Bad Lieutenant. El grupo, salvo Hook, lo componen los mismos de la última alineación New Order más Jake Evans, que canta algunas canciones, y Alex James (Blur). Y su debut, "Never Cry Another Tear", suena como tiene que sonar, con reminiscencias de su grupo de siempre, pero sin el característico sonido de bajo de Hook y alejados de cualquier reminiscencia electrónica. De esa forma, volvemos a encontrarnos un puñado de canciones de factura impecable, un pop de bastantes kilates, de melodías sin fecha de caducidad de esas que nos retrotraerán en el futuro a buenos momentos presentes. A Sumner ya sólo le pedimos que nos entregue de vez en cuando algunas canciones que acompañen dignamente a esas canciones mágicas que lleva casi 30 años haciendo y a las que tanto seguimos todavía acudiendo. Y para eso, para quedarse, están "Sink And Swim", "Runaway" y "Shine Like The Sun". x Rubén Aliaga
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