Echo & The Bunnymen Postales desde el asilo (22)

28/10/09

Ian McCulloch: 50 años. Will Sergeant: 51 años.
El mes pasado editaron "The Fountain", undécimo álbum de estudio.

La postal de Echo & The Bunnymen sólo es desde el asilo porque tanto Ian McCulloch como Will Sergeant han pasado de la barrera de los 50 años, pero sólo su carnet está acorde a dicha edad. Su música no. Fueron santo y seña de la posteridad que dejó la década de los 80, la de los flequillos revueltos y la ropa negra, y hoy, casi treinta años después, multitud de bandas ya los reconocen como ídolos de juventud y sobre todo influencia musical. Su historia se divide en dos partes: la primera, de 1980 a 1990, y la segunda, de 1997 hasta hoy (entre medias, el proyecto Electrafixion y algunos discos en solitario). En la primera, sus cuatro primeros álbumes les hicieron grandes, adalides del rock oscuro y grandilocuente, del post punk y el pop psicodélico que les convirtieron en mitos y en referencia para toda la gente que escuchó música en aquellos años. En la segunda, y contra pronóstico puesto que las vueltas tras muchos años no suelen traer buenas cosas, el grupo retoma la mano firme que les caracterizó en sus comienzos para componer grandísimas canciones, y desde entonces y hasta la fecha editan 5 discos buenos, bonitos y que dignifican a una banda (con muchos nombres, pero dos cabezas visibles: el magnífico dúo McCulloch-Sergeant) de una calidad incuestionable y que deja en pelotas a la montaña de grupos jóvenes que les citan como referencia.

"The Fountain" continúa la línea musical que en esta segunda etapa han bordado: canciones elegantes, trazos certeros de la música de sus comienzos, la espectacular guitarra de Sergeant con sus punteos fascinantes, la voz de cadencia y tono supremo de McCulloch tan apropiada para la música que hacen, y en definitiva canciones pop y rock totalmente atemporales y muy atractivas. El 80% del disco es impecable, empezando por la propia "The Fountain", una absoluta delicatessen marca de la casa, y siguiendo con dos joyas más, la lírica "Everlasting Neverendless" y su indeleble estribillo, y "Shroud of Turin" pura morriña bunnymera. El disco lo compactan fenomenales piezas como "Drivetime", "Think I Need It Too", "Do You Know Who I Am" -infalibles- y "The Idolness Of Gods" que cierra el álbum bajando el ritmo sónico y subiendo el nostálgico.
De su generación, nadie ha mantenido el tipo como ellos. Grandes, incombustibles y, al parecer, eternos en juventud y talento. x Crackity Jones


Doce (+1) capítulos acerca de Echo & Bunnymen (años 1980-1997). x Alfonso Sánchez (So Young #15, diciembre de 1998).

1.- En el verano del 78 Ian McCulloch, proveniente de Crucial Three (grupo seminal compuesto por el propio McCulloch; Julian Cope -Teardrop Explodes- y Pete Wylie -Wah!-) se une a un joven chef restaurador, Sergeant, y una máquina electrónica, a la que llamarán Echo, para editar su primera maqueta. El debut en directo se producirá el 11 de noviembre del mismo año en el Eric´s Club de Liverpool acompañados al bajo por un trabajador de los astilleros Douglas, Pattinson (aka Jeff Lovestone en The Jeffs, que luego derivaron en Love Pastel). Psicodelia siniestra con arrogancia.

2.- Coincidiendo con el 20º cumpleaños de Ian McCulloch se publica el primer single de ECHO & THE BUNNYMEN: “Pictures On My Wall”. Como cara B remodelan una vieja canción de los Crucial Three firmada por McCulloch-Cope: “Read It In Books”.

3.- Tras ser sustituida Echo a finales del 79 por el humano Pete de Freitas, y aparecer en el recopilatorio “Street to street - A Liverpool album” con su tema “Monkeys”, se publica, ¡el 5 de mayo de 1.980!, -el “Bigmouth”, apelativo que se ganó a pulso en su día, sigue alimentando su ego-, el segundo 45 rpm de ECHO & THE BUNNYMEN, con “Rescue” como tema estrella. Como guitarrista de acompañamiento, otro Ian, Broudie, futuro productor de buena parte de la obra del cuarteto y fundador de los cristalinos Lightning Seeds.

4.- Su primer álbum contendría 10 temas con el añadido gratuito del single “Do it clean”/”Read It In Books”. La edición española tuvo a bien incluir ambos como parte integral de las 12” de vinilo negro. Detalle que las futuras reediciones de la obra en Cd no tendrá en cuenta en ningún caso ni país.

5.- En julio del 82, formaron parte del elenco de grupos del Primer WOMAD Festival, patrocinado y dirigido por Peter Gabriel, celebrado en el Royal Bath & West Showground, de Shepton Mallet, Somerset.

6.- El primer miembro del grupo en lanzar un álbum en solitario fue Will Sergeant: “Themes For Grind”, 1.983.

7.- Con la tirada inicial de “Porcupine” se incluía una copia gratuita de las míticas sesiones que John Peel grabase en agosto del 79 a un grupo entonces simplemente llamado ECHO.

8.- “The Killing Moon” que fue lanzada en el 84 en principio para el mercado estadounidense como parte de su mini-Lp recopilatorio “Echo & The Bunnymen”, alcanzo sólo el nº 188 en el Billboard. En su natal Gran Bretaña subió hasta el Top Ten. Su siguiente trabajo, el recopilatorio “Songs To Learn And Sing” también sufriría suerte desigual: US #58; UK #6.



9.- Tras grabar “Bring On The Dancing Horses” para el film juvenil “Pretty In Pink” (Howard Deutch, 1.986), cuyo correspondiente videoclip supuso el debut tras las cámaras del prestigioso fotógrafo Anton Corbijn, entre febrero y septiembre de 1.986, Pete De Freitas, abandonó el seno de ECHO & THE BUNNYMEN, y fue sustituido por un tal Mark Fox.

10.- En su homónimo trabajo de 1.987 (también conocido como “The Grey Album”, tanto por el metálico colorido de su portada como por el ambiente que rodeó la grabación) aparecieron como teclistas invitados, entre otros, Henry Priestman (The Christians) y Ray Manzarek (The Doors). Precisamente con su versión de “People Are Strange”, original de The Doors, grupo al que todo el mundo señaló siempre como una de las más grandes influencias en la música de ECHO & THE BUNNYMEN, lograron su ansiado hit en USA: un nº 12 en los charts. Esta reverente lectura se incluyó en la banda sonora del film “The Lost Boys” (Joel Schumacher, 1.987) y en la ejemplar, y altamente recomendable, compilación “Under The Covers”. Otros grupos versioneados por ECHO & THE BUNNYMEN han sido sus paisanos The Beatles; The Rolling Stones; Television y The Velvet Underground.

11.- En agosto -algunas fuentes citan mayo- de 1.988 y sin haber alcanzado el nivel de banda de estadio que los críticos auguraban, y deseaban, y que había entronizado a grupos coetáneos y de similares planteamientos esteticistas y atormentados como Simple Minds o U2, se hace pública la disolución del ECHO & THE BUNNYMEN. Apenas diez meses después De Freitas moriría a los 27 años de edad en accidente de tráfico al estrellarse su motocicleta contra un coche en una autopista de Staffordshire. McCulloch que en 1.984 ya había lanzado una versión en solitario del “September Song” de Kurt Weill, publica un par de discos (”Candleland”, 1.989 y “Mysterio”, 1.992) amén de participar en discos-tributo a sus admirados Elvis Presley y Leonard Cohen, pasa a fundar en 1.994, junto a Sergeant, Electrafixion ( “Zephyr EP”, 1994 y “Burned”, 1.995), teloneros de lujo de The Boo Radleys en su momento.

12.- En el primer noviembre de la década de los 90 se publica “Reverberation”, publicado con el nombre de ECHO & THE BUNNYMEN y formado por el dúo Sergeant-Pattinson, Damon Reece como sustituto del fallecido De Freitas y un soso Noel Burke en el papel de vocalista. Para muchos este disco no es sino un engaño de la filial de Warner, Korova, en posesión de títulos y derechos. Al final se impondría el buen criterio y el trío superviviente abandonando disputas internas, erráticas carreras, ¿y drogas?, publican un nuevo, y dignísimo, trabajo en 1.997: “Evergreen”. A la espera de su nuevo trabajo, componen la canción “Top Of The World”, himno de la selección inglesa de fútbol en la olvidable Copa Francia’98.

(+1).- Tal vez para ajusticiamiento del impermeable público y crítica musical norteamericana, Courtney Love, en su millonario “Celebrity Skin” del 98, los cita en el primer lugar de su larga lista de agradecimientos. Basta escuchar el comienzo del tema “Playing Your Song” del mencionado disco para comprender la obligatoriedad del débito.

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