8/11/10
Canción: "Goodbye Little Boy".
Intérprete: The Triffids.
Incluida en: "The Black Swan" (1989).
Esta canción representa para mí la ilusión, la esperanza y la inocencia de la juventud. Grabé un trocito de ella, seguramente el estribillo y un poquito más, en un programa de radio (‘El Selector’ de Cachi), no me atrevo ni a pensar en qué año. Y mientras escuchaba por la noche ya en la cama ese minuto y medio -como mucho- de canción en el radiocassette, con los auriculares, una y otra vez y al máximo volumen que podía, pensaba en cómo podría averiguar al grupo que la tocaba, y si en caso de descubrirlo estaría el disco a la venta en Linacero. Aún puedo recordar con nitidez esa inquietud ante la posibilidad de que se diluyera en el tiempo la opción de conseguirla y nunca pudiera escucharla entera hasta la saciedad, como era mi ferviente deseo en ese momento.
Hoy, a lo entrañable de ese recuerdo, se une la realidad del paso de los años burlándose de lo fácil que es conseguirlo todo y de qué poco desmenuzamos las canciones hasta disolverlas en el cerebro de tanto desgastarlas, como hacíamos antaño. “Goodbye Little Boy” pertenece al álbum “The Black Swan” (1989), el último disco de estudio que sacó la fenomenal banda australiana The Triffids. Me alegro de poder saberlo y de poder disfrutarla todavía hoy día, pero me entristezco de no poder hacerlo con el mismo grado y la misma esencia de emoción que respiraba en aquella cinta grabada de la radio con toda la ilusión del mundo por semejante descubrimiento.
Momento/parte favorito/a: La batería.
Intérprete: The Triffids.
Incluida en: "The Black Swan" (1989).
Esta canción representa para mí la ilusión, la esperanza y la inocencia de la juventud. Grabé un trocito de ella, seguramente el estribillo y un poquito más, en un programa de radio (‘El Selector’ de Cachi), no me atrevo ni a pensar en qué año. Y mientras escuchaba por la noche ya en la cama ese minuto y medio -como mucho- de canción en el radiocassette, con los auriculares, una y otra vez y al máximo volumen que podía, pensaba en cómo podría averiguar al grupo que la tocaba, y si en caso de descubrirlo estaría el disco a la venta en Linacero. Aún puedo recordar con nitidez esa inquietud ante la posibilidad de que se diluyera en el tiempo la opción de conseguirla y nunca pudiera escucharla entera hasta la saciedad, como era mi ferviente deseo en ese momento.
Hoy, a lo entrañable de ese recuerdo, se une la realidad del paso de los años burlándose de lo fácil que es conseguirlo todo y de qué poco desmenuzamos las canciones hasta disolverlas en el cerebro de tanto desgastarlas, como hacíamos antaño. “Goodbye Little Boy” pertenece al álbum “The Black Swan” (1989), el último disco de estudio que sacó la fenomenal banda australiana The Triffids. Me alegro de poder saberlo y de poder disfrutarla todavía hoy día, pero me entristezco de no poder hacerlo con el mismo grado y la misma esencia de emoción que respiraba en aquella cinta grabada de la radio con toda la ilusión del mundo por semejante descubrimiento.
Momento/parte favorito/a: La batería.
2 comentarios:
¡Pues no has dicho nada...! Cachi, selector, Linacero, radiocassette (así, como tú lo escribes), radio, solo falta base americana y ya tenemos para días de rockandroll bueno, claro que conseguir los vinilos es cada día mas difícil.
¡Buena banda! que poco se les escuchó por aquí a estos The Triffids, lástima que el otro lado del mundo esté tan lejos. ¡Que buenos recuerdos!
Sí, siempre estuvieron en un injusto segundo plano en Europa con respecto a grupos como The Go-Betweens, Midnight Oil o The Church.
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