"Firesky" (The Boo Radleys) Grábame una cinta de 60 (25)

24/5/11


No sé qué estaba haciendo cuando My Bloody Valentine publicaron el visionario 'Loveless' en 1991. Ni conocía al grupo ni me imaginaba siquiera que la distorsión y la melodía pudiesen deparar las emociones que me han provocado. Por tanto, no fui testigo del revuelo entre críticos y músicos que posiblemente provocó (la radio-fórmula no se dio por aludida). Sin embargo, sí puedo intuir la fascinación que inundó a un guitarrista tan imaginativo y creativo como Martin Carr, compositor de The Boo Radleys.

Los británicos ya habían publicado una serie de EPs (recopilados en 'Learning to walk' posteriormente) en los que las guitarras ruidosas escondían el gusto pop del grupo (versionaban 'Alone again or' de Love o 'True faith' de New order) aunque las melodías conseguían emerger y coronar la canción en algunos casos como en la fantástica 'The finest kiss'. En 1992, con la onda expansiva del 'Loveless' todavía latente, los “Boos” publicaron 'Everything's Alright Forever', donde siguieron su estela y lograron acercarse a ese otro lado donde las guitarras se entremezclan y confunden con el resto de instrumentos, dejando al oyente con la sensación de flotar en el aire. Sin embargo, la dulce voz de Sice, (cercana a la de Arthur Lee en el 'Forever changes') ya no queda tan atrás y potencia el caudal melódico del grupo, como en la maravillosa 'Spaniard', donde Morricone parece haberse unido a la fiesta. Un gran disco que, por desgracia, quedó claramente eclipsado por su sucesor: 'Giant Steps', más ecléctico, caleidoscópico e inspirado; su obra maestra y la manera en la que evolucionaron del sonido shoegazer al pop pluscuamperfecto donde todo era posible.

'Firesky' es mi canción favorita del grupo y el punto álgido de 'Everything's Alright Forever'. Creo que Kevin Shields debe estar orgulloso de ella porque no tiene nada que envidiar a sus mejores momentos. Sobre una melodía pop llena de magia y una guitarra acústica que la guía, los efectos de guitarra distorsionada invaden la canción y agitan al oyente. Su audición siempre me ha evocado estar en el fondo de un valle y ser arrollado por aludes de guitarras que ni sabes de dónde vienen ni por dónde se irán, pero sobre todo, desconoces dónde te llevarán tras su escucha. x Sergio Morán

1 comentario

Mario ha dicho...

Sergio sí que la conocía, me la grabaste en una cinta de 90´ en los 90 !!!!! Una de mis canciones favoritas, gracias por recordármela. Me la voy a poner a piñón toda la semana.