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6/10/11
Canción: "Cherry-coloured funk".
Intérprete: Cocteau Twins.
Incluida en: "Heaven or Las Vegas" (1990).
Hubo un tiempo en que la música de Cocteau Twins me sumía en un estado entre catatónico y extracorpóreo. La mezcla de la voz hipnótica de Elizabeth Frazer y las guitarras flotantes de Robin Guthrie sumían los sentidos en un lugar mental indefinido e incomparable al que generaban otros grupos y otras músicas modernas. Ahora también, 
pero el momento es distinto, y las escuchas, innumerablemente repetidas. En 1990, aquello era el culmen de la exclusividad y el elitismo musical con coartada sensible. “Heaven or Las Vegas”, de ese año, pasa por ser su disco más comercial, pero claro, emplear la palabra comercial para Cocteau Twins raya casi en lo hilarante: no he visto caras de más incredulidad, extrañeza y rechazo que las que veía cuando alguien escuchaba sin pretenderlo ni pedirlo a Cocteau Twins y sus canciones de funambulismo emocional, ruidismo dreampop y letras indescifrables. No soy fan de toda su carrera, pero este disco me fascinó como lo han hecho pocos. En “Frou-frou foxes in midsummer fires” las guitarras se apropian a cámara lenta de todo el oxígeno del aire a tu alrededor y la voz de Frazer enamora como pocas veces, voz que en “Iceblink luck” hace unas cabriolas muy suyas, y en “I wear your ring” tiene un tono bajo y tristón que también atrapa. Si tengo que elegir, me quedo con “Fifty-fifty clown” y “Cherry-coloured funk”, y aunque la primera tiene un final de una fuerza sentimental excelsa, a la segunda le tengo un especial cariño, quizá por ser la primera del disco, por el sonido de guitarras tan fielmente cocteautwin que lo inaugura, quizá porque recuerdo perfectamente la fascinación que me produjo cuando empezó a sonar el vinilo, por los recuerdos que me trae (eso siempre) o porque es muy representativa de por qué los amamos los que los amamos, y por qué puede poner los pelos de punta a los que les produzca repelús semejante sonido y semejante voz, descomunales y totalmente irrepetibles para el al lado firmante. x Fernando SoYoung
pero el momento es distinto, y las escuchas, innumerablemente repetidas. En 1990, aquello era el culmen de la exclusividad y el elitismo musical con coartada sensible. “Heaven or Las Vegas”, de ese año, pasa por ser su disco más comercial, pero claro, emplear la palabra comercial para Cocteau Twins raya casi en lo hilarante: no he visto caras de más incredulidad, extrañeza y rechazo que las que veía cuando alguien escuchaba sin pretenderlo ni pedirlo a Cocteau Twins y sus canciones de funambulismo emocional, ruidismo dreampop y letras indescifrables. No soy fan de toda su carrera, pero este disco me fascinó como lo han hecho pocos. En “Frou-frou foxes in midsummer fires” las guitarras se apropian a cámara lenta de todo el oxígeno del aire a tu alrededor y la voz de Frazer enamora como pocas veces, voz que en “Iceblink luck” hace unas cabriolas muy suyas, y en “I wear your ring” tiene un tono bajo y tristón que también atrapa. Si tengo que elegir, me quedo con “Fifty-fifty clown” y “Cherry-coloured funk”, y aunque la primera tiene un final de una fuerza sentimental excelsa, a la segunda le tengo un especial cariño, quizá por ser la primera del disco, por el sonido de guitarras tan fielmente cocteautwin que lo inaugura, quizá porque recuerdo perfectamente la fascinación que me produjo cuando empezó a sonar el vinilo, por los recuerdos que me trae (eso siempre) o porque es muy representativa de por qué los amamos los que los amamos, y por qué puede poner los pelos de punta a los que les produzca repelús semejante sonido y semejante voz, descomunales y totalmente irrepetibles para el al lado firmante. x Fernando SoYoung
2 comentarios:
Un grupo complejo y denso, pero que guarda enormes tesoros sonoros si tienes paciencia para penetrar en su laberinto musical.
I wear your ring y Fifty-fifty clown son dos grandes canciones. En esa línea más asequible me encanta Seekers Who Are Lovers del también recomendable Milk and kisses y mis dos favoritas: Aikea Guinea y Carolyn's fingers, cuyas guitarras son formidables.
Fascinación, recuerdos, pelos de punta... Me gusta.
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