T= raíz cuadrada de: (2 x (por) h (altura) / (dividido) g (gravedad)

12/6/14

‘Jump’
David Lee Roth

Lo primero que le viene a la cabeza, mientras la mirada se le pierde en el infinito, en la nada, es precisamente eso: cómo es posible que pueda llegar algo a su mente después de lo que acaba de ocurrir. Busca una explicación postrera, algo que le ayude a recuperar el equilibrio ya perdido sin remedio. Enseguida busca apoyo, desesperado, en esas cosas que de vez en cuando uno lee o ve por la tele y se hace sus composiciones de lugar: el tema debe de ser –o interpreta amablemente- rápido, definitivo y probablemente indoloro, siquiera por mor de la celeridad supuesta. Esta precisa cuestión del tiempo lo mantiene pensativo – sigue básicamente sin comprender nada- y le da por intentar hacer un cálculo cuantitativo de los últimos instantes, porque algo definitivamente no cuadra. Si debe regirse por la pléyade de voces, caras, situaciones… que ha repasado mentalmente podría hablar de varios minutos, pero aun ahora está lo suficientemente lúcido como para ser consciente de que eso es imposible. De alguna manera, puede decirse que sonríe para sus adentros mientras reflexiona sobre la paradoja del poco interés que ha tenido nunca en la Física y el hecho de ponerse, en un momento límite, terminal, como ése, a rebuscar en la trastienda de su cerebro la fórmula que relacione altura con velocidad, tiempo y gravedad (recuerda incluso que el valor de ésta se redondeaba a diez…)

Voces de otro tiempo pronunciando palabras indelebles, rostros más o menos familiares observando con fijeza, momentos pasados y anhelos ya imposibles. Todo volando a su lado, en derredor, con él. No, no era previsible de esa forma. Hubiera podido esperar quizá, simplemente, la reacción instantánea, visceral, refleja e incontrolable del instinto de supervivencia, que fuera inmediata y no dejara margen para nada más desde el segundo cero. Pero no. Y eso que realmente no ha actuado con premeditación alguna. No es más que un día cualquiera, otro más. Un impulso, una extraña atracción, una mirada al vacío, tentadora, demasiado embriagadora quizá para unos ojos enfermos de un vértigo acusado. La gravedad otra vez, la gravedad que –dicen- tiene que ver con el vértigo, la miopía aguda, la fórmula, cuál era la fórmula…

Recapitula, abunda en los detalles y supone que el sentido de la responsabilidad es lo que le ha llevado a pensar primero en su hijo, para rápidamente desechar esa inquietud (quince años, adolescente, muy de su época, tecnológicamente hiperactivo, pasota y necio en definitiva), sobrevivirá sin problema y no le van a quedar remordimientos. La mamá de ese hijo ha venido después, espléndida, desinhibida, cómplice, atrevida, sólo un segundo (en su endógeno cálculo) antes de sobrevenir conservadora, distante, diferente, abstraída, para desaparecer, brumosa, entre neurona y neurona. Lo siguiente ha sido peor, han venido las aventuras que no han podido vivirse, las canciones que olvidó cantar y los sueños que siempre han colgado de la nada sin visos de devenir reales jamás. Duro. Tanto que por un momento cree haber estado a punto de reaccionar ante la situación y preguntarse qué había hecho, intentando asirse a cualquier elemento material a la vista que pueda salvarlo. Pero has llegado con celeridad al rescate, a tiempo de volver a legitimar de algún modo su vuelo, su caída libre. Una imagen, un momento a recordar, unas sensaciones –no unos sentimientos, lo sabes- irrepetibles, suficientes para denostar todo lo que no tiene que ver con ello: sabores nuevos, perfumes embriagadores y pieles recién descubiertas, hipnosis irresistible, mentiras al oído, enajenación mental desgraciadamente sólo transitoria, promesas demenciales en la despedida, cartas posteriores inspiradas, líricas, trabajadas, diferentes, pero con intenciones premeditadamente vanas y conscientemente falaces. Nada más que palabras entre papeles, en definitiva, porque la probabilidad de repetición es –era-, si no nula, nimia, despreciable casi, y en todo caso, no contigo. Pero ya ves, ha pensado en ti precisamente ahora, cuando ya ha reconocido que no le apetece estar a la espera de otro momento mágico para sacar –ten la seguridad de que así sería- tu esencia de su piel, tu mirada de sus sueños y tu olor de sus lunes, martes y miércoles. Claudica y se rinde a la rutina que le puede.

Trabaja en la planta decimotercera de un edificio que le recuerda mucho a la Jungla de Cristal de Bruce Willis (sí, la primera), y acostumbra a subir andando por la escalera interior. Hoy, al llegar a la planta destino, quizá tampoco hubiera pasado nada nuevo si no se hubiera cruzado con uno de los que comparten con él esa planta justo antes de entrar. El susodicho no le ve porque es ciego, como el resto, pero él sí lo ve y, por lo que sea, hoy no le coge bien el cuerpo. Sabe también que no hay tampoco remedio para este tuerto en ese país y no quiere acabar como ellos, infeliz, plano y devastado, viejo por dentro y por fuera. Se asoma al hueco de la escalera, al abismo. Trece plantas, a cinco metros cada una, más tres negativas de sótano…La fórmula, la fórmula, era g la gravedad y ahora que recuerda igual también habría que tener en cuenta la resistencia al aire. ¿cinco segundos, seis?

Un profesor de la adolescencia –tontorrón a sus ojos de aquellos días lejanos y valorado en la perspectiva que da el paso de los años- decía que el tiempo en los sueños no tiene la misma medida que el tiempo real (o el que así llamamos pomposamente). No le cabe otra que asimilar extrapolada esa misma explicación al recordar de repente la fórmula y despejar la incógnita a cuatro segundos y algo, mientras mira – o cree mirar- hacia arriba, tumbado y muy quieto. Ojalá que no le vean los ciegos desde arriba, asomados ochenta metros sobre la vertical de sus decadentes ojos, con cara de haba, los idiotas, piensa, desesperado. Desesperado. Ya inerte.Ya en la eternidad. x Atreyu

"A nadie le falta una buena razón para suicidarse." Cesare Pavese


La fórmula de tiempo para caida libre es: T= raíz cuadrada de: (2 x (por) h (altura) / (dividido) g (gravedad)

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