"La chica del grupo", de Kim Gordon A los que leen. Capítulo XX

8/4/15

 
Me pregunto qué porcentaje de compradores de "La chica del grupo" han adquirido el libro para conocer los posibles morbosos entresijos de la separación de Kim Gordon y Thurston Moore, quizá el matrimonio más sólido, fructífero -artísticamente hablando- y duradero de todo el circo del rock (independiente y mayoritario).

Seguramente ese porcentaje no será pequeño. Sin embargo, la pareja e incluso el grupo al que pertenecían, Sonic Youth, ocupan solo una parte -importante y principal, desde luego, pero compartida- del libro. "La chica del grupo" es una autobiografía de Kim Gordon y, como tal, desarrolla, con sus recuerdos, su infancia y juventud en Los Ángeles, sus relaciones familiares -especialmente con su hermano esquizofrénico- y su orientación desde pequeña hacia todo lo artístico, una faceta que, como deja claro el libro, es tan importante en la vida de Gordon como la musical, su aterrizaje en Nueva York... Prácticamente la primera mitad del libro trata de su formación personal y artística hasta su introducción de lleno en el mundo adulto. Y hasta la aparición decisiva en su vida de Thurston Moore y de Sonic Youth.

La biografía de Kim Gordon con Sonic Youth desgrana recuerdos y anécdotas, habla de discos, conciertos y canciones a lo largo de los años; curiosamente, con muy poco protagonismo de los otros dos miembros del grupo, Lee Ranaldo y Steve Shelley; habla de su relación con Kurt Cobain y del nacimiento de su hija y las comprensibles consecuencias de este hecho crucial en su vida. Y a través de su hilo argumental, apreciamos la evolución de los años 80 a los 90 y comienzos del dos mil.

Nunca he sido fan de los discos de Sonic Youth. Su rock experimental, ruidista, a veces más salvaje y otras más accesible, no hizo que figuraran entre mis favoritos. Sin embargo, su carrera es todo un ejemplo de coherencia, de tesón, de talento, de riesgo, cualidades que han hecho de este grupo neoyorquino uno de los más importantes de rock independiente de la Historia, e influencia para centenares de grupos de todo el mundo. Y conocer cómo surgió, evolucionó y se mantuvo en lo más alto casi 30 años fue lo que me hizo querer adentrarme en la visión de Kim Gordon. ¿Y el morbo de conocer las interioridades de la separación? Siempre hay un poco, pero en ese aspecto lo que se encuentra es una historia triste, una historia de las más antiguas, típicas y comunes del mundo, de infidelidad, traición y cobardía masculinas.

Kim Gordon fue -es- una artista total. Diseñadora, pintora, música y  muchas cosas más. También escritora. Su "La chica del grupo" -título más que irónico por cuanto queda totalmente en entredicho como descripción simplista y machista proveniente de la prensa a lo largo de las décadas- es un acercamiento interesante y, por momentos, fascinante, a toda su trayectoria vital. x Fernando SoYoung

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"En la actualidad, la nostalgia por la vida preinternet es algo generalizado. ¿Cómo eran las cosas entonces, cuando deambulábamos en un eterno estado de desconocimiento y mendigábamos porciones de información? ¿Difiere en algo lo que un concierto nos proporciona hoy en día de lo que nos proporcionaba antes? No, es lo mismo; la necesidad de trascendencia o, tal vez, de una mera distracción -un día en la playa, una excursión a la montaña- de la vida monótona, del aburrimiento, del dolor, de la soledad. En realidad, es posible que actuar nunca haya sido más que eso. Un beso interminable -eso es todo lo que siempre quisimos sentir al pagar dinero para oír tocar a alguien-."

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