19/10/24
Es fácil pensar con ética cuando lo que amamos no está en peligro.
Extraño a mi marido, pero no como pareja. Extraño su amistad, sus charlas, su comida (es un excelente cocinero). Pero él necesita enamorarse y cuidar, y yo necesito estar sola.
La cantidad de sufrimiento que una persona es capaz de soportar cuando tiene prejuicios frente a las drogas psiquiátricas es algo que no deja de sorprenderme.
El pensamiento positivo es perverso, lo mismo que la buena voluntad.
Los recuerdos nunca llegan en los momentos predecibles, son como esos gatos que duermen al sol tan tranquilos, pero que, cuando uno se atreve a acariciarles la panza, lanzan un rasguño directo a los ojos.
Habla todo el tiempo mal de la Argentina, dice cosas como «yo entendería si mis hijos se van», «si quieren lo hacen, tienen pasaporte».
–Es lo que dice el ochenta por ciento de la gente y después lloran escuchando una zamba.
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