15/3/09
Piensas que nada te va a cambiar. Pero por mucho que aguantes el pulso, al final tienes que ceder. Es esa puta ley aprobada por mayoría absoluta que llaman 'de la vida'. Te has perdido en algún lugar entre la abeja Maya y las Supernenas. Aunque parezca un viejo, Wayne Rooney nació en 1985, cuando los Jesus & Mary Chain eran unos imberbes y tú un iluso. Tu sobrino te puede hacer tío abuelo el día menos pensado. Menos pensado por él, claro. En la plaza San Felipe hacen botellón, y el decano de sus participantes podría venderse como Petit Suisse en el Mercadona. Eso sí, el espejo te sigue engañando, cada mañana. Estás igual que ayer, y eso quiere decir que estás igual que anteayer, y que el año pasado. Los códigos de tus amigos han cambiado. Lo más importante para ellos no lo es para ti. Ni de lejos. Aunque tampoco sabes qué es realmente importante para ti. Ni te importa. Eso no ha cambiado, por suerte. Es la hora a la que ahora te levantas los domingos. Es decir, a la que antes de acostabas. Antes, cuando nada te iba a cambiar. Ahora, al señor del perro le dices buenos días, y el chaval que vuelve a casa tambaleándose con los ojos rojos con sensación de hundimiento por no haberse enrollado con Vanessa ahora te parece un zombie de otro planeta. Aunque no encuentre el camino a casa, él está menos extraviado que tú, que te perdiste en algún lugar entre Correcaminos y los estúpidos mails que recuerdan los hitos culturales de los 80 en los que se está convirtiendo este párrafo, esos autocomplacientes y con cierto tonillo de superioridad moral, como si esa década de mierda fuera mejor que las posteriores, cuando es bien sabido que cualquier tiempo pasado no es mejor sino que está manipulado a favor por la tramposa memoria. Mejor bajo a por el periódico y a por algún croissant (me niego a llamarlo cruasán, por supuesto), pero hoy no le diré buenos días al señor del perro. Con que la chica del kiosko me haya llamado "Señor" -normal, dada la pinta que tengo con el pantalón de chándal- ya tengo bastante. x A. Hurtado
2 comentarios:
¿Es que te acuerdas de los 80's? Mejor no mirar mucho atrás, sólo lo justo, por lo que nos pueda pasar. Mejor el futuro, siempre el futuro. Y date prisa, que dentro de nada te quedas hasta sin el periódico y sólo podrás saludar al del chucho.
Tiene razón SuperSalva, si vas mirando para atrás corres el riesgo de caer al precipicio...
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