Suzanne Vega Postales desde el asilo (48)

25/2/14

Suzanne Vega cumplirá 55 años en julio de 2014.
Este año publica su octavo disco, "Tales from the Realm of the Queen of Pentacles".

Al igual que hay libros a los que se les denomina “de cabecera”, a los discos de Suzanne nosotros los consideramos de igual manera: “de cabecera”, debido a una afición por sus canciones heredada de nuestra hermana mayor, desde su debut a mediados de los ochenta. Sus discos llegan a nosotros como el saludo de un viejo amigo que hace años que no ves y que rompe el hielo para reiniciar la relación que quedó en un lapso de tiempo congelada, con una etiqueta aclaratoria que dice así: “descongelar y comer, conserva todas sus propiedades naturales”. Esa relación se retoma sin reproches y con ganas de escuchar y sorprenderte con las aventuras vitales de tu amigo.

Las canciones de “Tales from the realm of the Queen of Pentacles” contienen la esencia del sonido de Vega, en la que predomina la voz y el texto, con arreglos crudos, y esencialmente de cuerdas. Si podemos distinguir dos etapas en sus 30 años de dilatada trayectoria temporal, aunque de reducida creación musical, su nuevo disco estaría hermanado con los discos de sus inicios, “Suzanne Vega”, “Solitude Standing” o “Days of the open hand”. Unos discos guiados por la tradición de Leonard Cohen y con pocas concesiones al pop colorista, a pesar de contener sus hits, “Tom’s Dinner” y “Luka”, que habrán pagado muchas facturas de su vida diaria. Su segunda etapa nos presentó a una Suzanne colorista desde las portadas y enriqueciendo su sonido con programaciones. Esta etapa incluiría discos como “99.9º F” y “Nine objects of desire”, con canciones que merecieron mejor vida en la historia pop como “When heroes go down”.

En su nuevo disco hay pocos momentos para la canción pop redonda. Nuestro radar solo consigue detectar una,  “I never wear white”, una vuelta de tuerca a la autoafirmación de convicciones vitales fundamentadas en la indumentaria, como ya hiciera Johnny Cash en “Man in black”.

El resto de “los cuentos” deben ser disfrutados en esas horas donde recurrimos a nuestros discos "de cabecera”. x Simón Zico