5/3/17
A mitad de los noventa, la electrónica, con mayúsculas estatal, emergía del subsuelo. Artistas como Big Toxic, An Der Beat, Najwajean, JLF y Chop Suey nos estaban dando grandes alegrías y dignificando el género a niveles internacionales. Algunos de ellos después de dos décadas siguen en activo y otros en la penumbra haciendo producciones o guiando en la grabación a nuevos valores.
Suey vuelve después de una década sin editar discos, aunque su dedicación musical no ha cesado, con bandas sonoras y música para anuncios. "Family secrets" está grabado y mezclado por Marc Parrot, y en él Suey se desnuda cantando como nunca, desvelando en cortes de arty techfunk los misterios de la vida familiar. x Simón Zico
1. Piedra, papel o tijera.
Me quedo con las 3. Muy útiles todas.
La piedra se la podría lanzar a Trump con intención homicida. Las tijeras se podrían clavar en algún órgano vital de Trump. Y en el papel se podría transcribir algún texto herético que funcionara como un veneno mortal para aquel que lo leyera. Y enviárselo por correo a Trump.
2. Verdad, acción o beso.
Me quedo con las tres. Muy útiles todas. ¿Qué mejor que un beso de verdad en acción?
3. La prensa musical es: necesaria, deberían centrarse más en la música o un escaparate donde hay que estar.
Es muy necesaria. Solo que no sé para qué. Pero necesaria, por supuesto.
En la revista de Los 40 Principales te puedes enterar de cosas súper chulas.
Y mola conocer la vida privada de los artistas y grupos más que su música.
4. Dresscode: camiseta de grupos y jeans, traje y corbata o chándal XXL.
Arreglado pero informal, con mi chándal y mis tacones, como cantaba Martirio.
Sobre todo me gusta vestirme de mujer. Uno de mis vicios secretos. A mi mujer le encanta
que lo haga.Y siempre me gustó que las chicas se vistan muy masculinas, con traje y corbata.
También el bigote femenino es una mis debilidades.
Me gusta el uniforme de Bayern de Munich y la ropa de las granjeras bávaras a principios del siglo XIX. Creo que soy muy abierto y ecléctico en cuanto a moda.
También ir en bolas por la jungla. De niño veía las pelis de Tarzán de Johnny Weissmuller y soñaba con vivir así. Tarzán y su hijo me marcó.
5. Comida casera, pizza o McDonalds.
McDonalds sabes ya que es basura. ¿Comer basura? Lo he hecho a veces, cuando no era consciente de lo malo que era o cuando ya era consciente pero estaba depre, perdido y/o gilipollas.
Pizza, depende. Puede ser deliciosa o súper cutre. Deliciosa, vale. No soy fanático de la pizza, pero si es muy buena, ok!
Y la comida casera, igual, puede cocinarla un demente con el paladar de lija o un mago de los fogones con el paladar de seda veneciana.
6. Si participase en un reality sería: La Voz, Jersey Shore o El jefe infiltrado.
No lo haría nunca. Si es por razones económicas prefiero dedicarme al crimen organizado antes que ir a un reality.
Son como hologramas del infierno; de los que nos muestran un pequeño ángulo.
El horror. Prefiero vivir eternamente en Apocalypse Now que estar ahí.
Aunque también hay niveles. Los distintos estratos del infierno, imagino.
La voz sería un estrato light y menos devastador que, por ejemplo, Gran Hermano.
First Dates es el único reality que me gusta y que no me ha hecho cambiar de canal o apagar la tele a los 3 minutos de vislumbrar el horror. Pero nunca participaría en First Dates.
No entiendo cómo la gente muestra su intimidad en la tele
de esa forma. Aunque el programa es respetuoso y abierto con las personas y en él no siento esa peste a algo tóxico y feo como en los otros.
7. Un tópico español que sea mentira, una virtud poco conocida y un lugar donde perderse en España.
Que somos amarillos. No es cierto, aunque al decirlo me gane enemigos fuera de nuestras fronteras. Y no tenemos forma de aceituna con extremidades.
O que hemos abandonado la religión. El español de hoy vive, respira y transpira religión.
¿Una virtud poco conocida? Sabemos beber. Casi nadie se mancha con el líquido o se le cae el vaso al suelo o intenta beber por la nuca o la oreja. Ocurren estos errores muy excepcionalmente y en líneas generales, sabemos beber.
Yo me perdería para siempre con mi pareja, porque no me da miedo el romanticismo, en el subsuelo de Murcia.
Pero si quieres perderte, perderte y tener la seguridad de que te vas a perder, prueba a pasear de tripi
por el Hospital Clinic de Barcelona.
8. Un final decepcionante: 'Breaking bad', 'Perdidos' o 'Twin Peaks'.
De 'Perdidos' no puedo decir nada. No la vi porque no me atraía suficiente.
'Breaking Bad' es una de mis series favoritas y su final no me decepcionó en absoluto.
De 'Twin Peaks' solo había visto unos pocos capítulos de la primera temporada.
Perdí el hilo y me dejó de interesar, hasta que hace muy poco vi la serie entera.
Pero me decepcionaron más algunos capítulos casi culebronescos de la segunda temporada
que el final, que sí que me gustó. Y mucho.
Aunque para finales el de "Six feet under". Antológico.
Aun no he sido decepcionado por el final de una serie.
9. Un disco que hayas comprado por la portada, un libro que hayas leído por una reseña en prensa y una película que viste por casualidad y te marcó.
Por la portada, muchísimos. Durante años compraba varios discos a la semana, casi todos los días compraba al menos uno. Y en muchos casos fue solo por la portada.
Como "Ladies and gentlemen we are floating in space" de Spiritualized, que compré por su maravillosa portada y resultó ser también un disco maravilloso.
Leí "Ruido de fondo" de Don DeLillo por una reseña en una revista para necrófilos,
que encontré por casualidad, y resultó ser también un libro sensacional y el tal DeLillo,
un fenómeno.
Por pura casualidad, cuando era niño, en un cine de verano vi "El hombre elefante" de David Lynch.
Era un programa doble en el que también ponían "Gremlins". La sala estaba llena de niños y adolescentes que se lo pasaron bomba con "Gremlins", pero que se aburrían e incluso se marchaban
del cine con esa joya de Lynch que me dejó impresionadísimo y que sería el inicio de mi
amor por su cine.
10. Benedetti, Lorca o Neruda.
A Benedetti apenas lo he leído.
De Neruda solo me gusta un poema. Uno que nunca escribió.
A Lorca lo adoro desde que con 17 años su "Poeta en Nueva York" me impactó
de forma brutal.
Aunque su teatro me da miedo y el "Romancero Gitano" lo observo como un texto de otra galaxia,
de otra especie, de una civilización con códigos y metáforas muy distintos a los nuestros.
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