20/4/18
Eleanor Friedberger. La Lata de Bombillas, miércoles 11 de abril.
Rafael Berrio. La Lata de Bombillas, jueves 19 de abril.
En un día espantosamente gris y pertinazmente lluvioso, acabar la jornada en La Lata con la bombilla de la cantante y compositora norteamericana Eleanor Friedberger calentando e iluminando la noche fue un privilegio imponente. Pertrechada únicamente con su guitarra eléctrica y un teléfono móvil que en algunas canciones le servía como infalible banda de acompañamiento, Eleanor sostuvo un repertorio sobrado de talento con una voz de las que absorben toda la atención y admiración posible. Por eso cuesta creer que la creadora -además de discos bien chulos a su nombre y en el pasado más lejano con su hermano en The Fiery Furnaces- de grandes canciones como "Cathy with the curly hair", "My mistakes" y la muy reciente "In between stars", tres claros ejemplos de excelencia pop, no haya arrastrado a mucha más gente a llenar el pequeño recinto zaragozano. Porque por mucho que hubieran caído cien diluvios entrecruzados y alguna plaga extra de langostas para aderezarlos, escucharla mereció sobradamente la pena.
Baroja, Sartre, Cioran, Pessoa, Gil de Biedma y otros brillantísimos fantasmas literarios se asoman a las canciones del poeta rock donostiarra Rafael Berrio. Un vampiro existencialista que se alimenta del amor, la muerte y el vino (¿hay algo más?) para sostener los andamios de unas canciones eternas repletas de poesía nihilista, de romanticismo desesperado, de realismo cotidiano que dispara al corazón (revelando su cercanía a otros escritores como Karmelo C. Iribarren, Iñaki Uriarte o Diego Vasallo).
A diferencia de su última visita de hace un par de años, en donde presentaba "Paradoja" (2015), Rafael Berrio interpretó (set acústico) canciones de casi todas sus épocas: desde "Abolir el alma" a "Niente mi piace", "Mis ayeres muertos" (Lo efímero y lo eterno.
Todo lo he visto, de todo me acuerdo. En mis ojos yacen mis ayeres muertos), "El mundo pende de un hilo", "Cómo iba yo a saber", "Las mujeres de este mundo", "Somos siempre principiantes", "Arcadia en flor" (estas dos últimas incluidas en la banda sonora de "La reconquista", película de Jonás Trueba), "La alegría de vivir"... Mundos enteros con vida propia que caben en una canción.
Se dejó muchas que nos hubiera gustado escuchar pero, ya con luces encendidas y la música del bar sonando en La Lata, y gracias a la iniciativa de Eva y Esther, Rafael Berrio accedió a su petición de interpretar otro de sus clásicos, "Simulacro"(letra lúcida y maravillosa) en petit comité, haciendo corro a un artista de malditismo cercano, de talento siempre a descubrir por muchos años que pasen. Fue otro de esos pequeños y esporádicos lujos para un puñado de afortunados.
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