24/11/18
"Daniel Darc: vida después de la vida" fue publicado en So Young en junio de 2005.
Conocido tanto por su militancia en el grupo Taxi Girl en los años 80 como por su escarceo continuo con el abismo del lado más oscuro del lado oscuro, su vuelta a lo grande con el elepé "Crève coeur" constata que el alcohol, las drogas, la prisión y, sobre todo, su maltratador torbellino interior no han podido con él.
Mucha culpa de esta vuelta a lo grande de Daniel Darc quizá la tenga el joven compositor Frédéric Lo, copartícipe muy estrecho de las doce canciones que se incluyen en el magistral “Crève coeur”. En él, Darc saca mucho de sí mismo con una producción tan sencilla como poético y brillante es su resultado. Inspirado en sus héroes declarados (Serge Gainsbourg, Johnny Cash, Boris Vian, William S. Burroughs) este hombre de nocturnidad alevosa e implacable nos conduce con su voz malherida por un túnel de luminosidad cegadora, dejando el sabor de un gran clásico francés.
Evocadores pianos y guitarras acústicas le bastan para acercarnos a personajes de la bohemia urbana de difíciles destinos. En contraposición, el disco respira luz por casi todos lados. El susurro Gainsbourg de “Si tu vas là-bas” es mucho más que un homenaje; “Inutile et hors d’usage” y su bonito comienzo de piano, es la sencillez instrumental tornándose pura fantasía preciosista, estética modesta al servicio de la nostalgia más punzante; “La pluie qui tombe” es de una belleza crepuscular, tan relajante como atenazadora en su melancolía oceánica; “Rouge rose” exporta la iluminación de un amanecer vacacional junto a un amor recién estrenado; la pura expansión de vitalismo exacerbado de “Mes amis”; el sentimiento a flor de piel de “Je me souviens, je me rappelle”... todo ello deja poco espacio para oscuridades rocosas y mucho para arenas blancas. Un gran retorno de Daniel Darc. x Fernando SoYoung
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