15/11/21
Como ocurre muchas veces, nuestra relación con un grupo es, por azar, meramente tangencial. Recuerdo que me encantaba una canción de The Jazz Butcher, "When Eno sings", que aparecía en algún recopilatorio promocional de alguna discográfica, o quizá como regalo de alguna revista. Hoy sé que estaba incluida en su álbum para Creation Records de 1995 "Illuminate" y sí, como el título del disco, era una canción luminosa y con un charm muy especial.
Por otro azar, este más habitual, esta mañana las novedades de Spotify me muestran un álbum mastodóntico de The Jazz Butcher, "Dr Cholmondley Repents: A-sides, B-Sides and Seasides", en cuyo nombre va implícito de qué trata: un recopilatorio de cuatro álbumes que reúne los singles, las canciones que pudieron ser éxitos, las caras B, temas de 12 pulgadas y una sesión para la emisora de radio de Los Ángeles KCRW de 1989. O sea, un disco recopilatorio magnífico y completísimo que aúna su "lo mejor", más rarezas, directo, etc.
El último azar triste y feo es que en este buceo por The Jazz Butcher leo que, Pat Fish -a la derecha en la foto-, talentoso músico responsable máximo y absoluto del proyecto, murió el mes pasado de forma repentina a los 63 años. Alan McGee dijo de él que "es uno de los escritores pop más brillantes e incisivos que ha producido Gran Bretaña desde los días de gloria de Ray Davies y Pete Townshend". Quizá fuera una maniobra publicitaria, una exageración o quizá lo creía en realidad, pero lo cierto es que en este álbum tan completo se esconden un montón de delicias protoindie de pop elegante y ecléctico que originan tremenda perplejidad al contemplar cómo The Jazz Butcher quedó, desde sus comienzos en 1983, en un injusto e incomprensible tercer plano.
x Fernando SoYoung
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