"Tú no existes" (Astrud) El Disconflicto

20/5/07

Tras "Performance", que particularmente no me dijo nada, y "Algo Cambió" recopilatorio de sus caras B y canciones inéditas, Astrud regresa con fuerza con "Tú no existes" un disco impresionante y magistral que recupera los sonidos de "Mi fracaso personal", aquel maravilloso álbum publicado en 1999 por Chewaka, y "Gran Fuerza". Cada cosa en su sitio; el sintetizador de Genís, las letras y la voz de Manolo, el sarcasmo, la ironía, el barroquismo, la acidez, la irreverencia, el surrealismo. Todo bien mezclado en unas canciones fantásticas, como son "El vertedero de Sao Paulo", "El miedo que tengo", "Minusvalía", y sobre todo "Son los padres", que me están haciendo disfrutar de lo lindo. Todo tiene cabida en este disco, desde el Windows Vista, El Diario de Patricia, los Reyes Magos, Noam Chomsky, los otakus hasta el vertedero de una de las ciudades más peligrosas de Brasil. Realmente admirable lo de estas dos mentes prodigiosas del pop español, Manolo y Genís se han sobrado una vez más e irrumpen de forma rotunda en el panorama del pop patrio advirtiendo a todo el mundo, incluido Hang the Dj, que han vuelto, que están pletóricos, y que les queda mecha para rato. La mediocridad queda ahora en manos de tantos grupos que no saben por dónde les da el aire ya que Astrud ha puesto el listón muy alto. Sergio H (http://aveclaparticipationde.blogspot.com/)

Tras escuchar lo nuevo de Astrud sólo me vienen dudas a la cabeza: ¿No los habremos encumbrado en demasía? ¿No se han precipitado y han hecho algo mediocre? ¿Nos han dado gato por liebre? Pues a todo que sí. Ya estoy harto de esa modernidad barcelonesa suya, de ese supuesto ingenio desbordante, de su elitista y mordaz lenguaje y de aceptar pulpo como animal de compañía. Anda y muérdete la lengua ya. Si hay que decir que han hecho el peor disco de su carrera pues se dice. Canciones vacías, sin historia ni sonoridad, con un Manolo cantando fatal, intentado encajar sus estrofas con calzador dentro de la música, sobre banalidades superficiales y hasta vulgares (“Vertedero de Sao Paulo”), dándole vueltas a temas a priori interesantes y que dan juego como los otakus, la literatura o la minusvalía pero que aquí no tienen más que el tema, como si fueran divagaciones inconclusas dichas en voz alta. Musicalmente el disco sigue su misma línea de pop electrónico barroco pero no encaja sonoramente con las letras y no hay ningún tema resultón por el que salvar el disco. La mejor, “Ningún tesoro”, y porque es casi instrumental. Directo a los restos de serie. Hang the dj