25/8/07
Visitas una ciudad bonita, con sus iglesias antiguas, sus paseos por el río, sus crepes de nutella, sus miradores incomparables y sus...quince personas por metro cuadrado. El mundo para borregos, todos a los mismos lugares, en fila de a uno y sin empujar, por favor. Hay que hacer auténticos masters turísticos para encontrar algún lugar interesante en el que poder mirar alrededor y no encontrar japoneses con sus cámaras o tetrafamilias ruidosas; quizá en alguna calle perdida o algún rincón de un parque en día nublado.
Con todo, nada como perderse por las calles de una ciudad desconocida en la que no entiendes nada de lo que habla nadie.
Visitas un hotel con playa contigua, esperando que en tu habitación reine el silencio y que no te hagan madrugar para tomar el desayuno. La respuesta del azar es una discoteca con los graves a favor de viento hasta las siete de la mañana y un desayuno a las 9 tipo buffet, en donde encontrar mesa es como toparse con una palmera en el Ártico, en donde cada persona ingiere con ansiedad cuatro veces lo que suele desayunar cualquier día de su vida, en donde la comida sobra en las mesas y se tira a la basura por toneladas y en donde la fila para llenar tu vaso de zumo se entrecruza con la del jamón serrano.
Con todo, nada como dejar el mundo a un lado y poner la mente en blanco al sol marítimo.
La condición humana es una gran desilusión. Lo dijo Woody Allen en su film "Stardust Memories", y estoy seguro que no lo dijo sin pensar. x Laminé Román
1 comentario
jaja, la imagen que acompaña a tu post es mi fondo de pantalla!
yo soy de las que adora perderse por las callejuelas de cualquier ciudad...
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