Patinaje sobre hielo Cascando Rabias Diarias (4)

2/10/07

Resulta frustrante ser nítidamente consciente de la degeneración progresiva de tus propias neuronas: lenta y sorda, pero continua e imparable. Es complicado no deprimirse cuando necesitas recordar el nombre de alguien a quien te presentaron ayer mismo y no hay forma humana de que tu cerebro resuelva tan sencilla operación.

Lo curioso es que si tengo la sesera hecho cous-cous ¿cómo es posible que, en cambio, me vengan a la mente con toda facilidad series de nombres estrambóticos que al parecer han quedado indelebles en mi memoria desde los 9 años?. Cito algún ejemplo: Machichaco, Ajo, Peñas y Estaca de Bares (cabos del Cantábrico); o Tesino, Trebia, Trasimeno y Cannas (guerras púnicas); ¿y que la capital de la isla de Tonga sea Nuku'Alofa o la de Burkina Faso, Ouagadougou?. Inconcebible. O rizando el rizo, que alguien me explique el misterioso hecho de que ni por un momento he podido olvidar (y han pasado una pila de años) las 24 marcas de lavadora que recomendaban el uso de Colón y que aparecían en el famoso bote del no menos conocido detergente (AEG, Aytona, Aspes, Balay, Bru, Candy, Cointra, Corcho, Crolls, Domus, Edesa, Elbe, Ignis, Jata, Kelvinator, Lackey, Linde, Míele, Otsein, Philips, Sigma, Super Ser, Westinghouse y Zanussi), y que aprendí tan sólo en un par de sesiones infantiles sentado en el trono casero.

¿Será que a los 9 años las neuronas hacían halterofilia y ahora les ha dado por patinar sobre hielo?. x Boletus

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