McEnroe: el mejor partido perdido

14/11/09

Nombre: McEnroe.

Son de: Getxo, Bizkaia.

Miembros del grupo: Jaime Guzmán: guitarras; Ricardo Lezón: voz y guitarras; Gonzalo Eizaga: guitarras; Eduardo Guzmán: batería; Pablo Isusi: bajo.

Disco: "Tú Nunca Morirás" (2009), tercer disco.



Una curiosidad: El productor del disco ha sido Abel Hernández (Migala, Emak Bakia, El Hijo).

Algo que han dicho de ellos: "McEnroe encapsulan un fracaso amoroso en cuatro deliciosos minutos de pop moribundo, te prometen la inmortalidad a base de surcos en el edredón y disparan versos dibujados (a rompehielo) en el Ártico". (Laura Fernández, playgroundmag.net).

Nombres con que se les puede asociar: Sr. Chinarro, The National, Nacho Vegas, Slint, Polar, The Smiths, Mercromina.

McEnroe: "Tú Nunca Morirás" (2009).
A veces cuenta más el momento en que recibes la música. Si es otoño o primavera, si es un época expansiva o de recogimiento, si necesitas dormir o saltar, si estás empachado o necesitado de canciones. Y McEnroe a mí me han llegado en el momento justo. Nueve canciones de una sobriedad y belleza aplastantes conforman este "Tú Nunca Morirás". Su comienzo con "Los Valientes" ya apunta muy alto, recordando a los mejores Mercromina de hace diez años, con esa brillante forma de fundir letra y entonación; "Tormentas" alcanza una apesadumbrada perfección que el título delinea perfectamente: desconsuelo que estalla al final en rayos y truenos de guitarras; "El alce" explora su lado acústico, un sonido que les queda como un guante, suave y reconfortante.

En el ecuador del álbum la percusión mece los sentidos en "Los Veranos", antes de que llegue "Cuando suene This Night" ('no van a volver / pero no se van / las tardes en que todo parecía no tener final'), que es otra canción de máxima emoción, quizá porque el desamor es la fuente de desdicha más dulce que existe sobre la faz de la Tierra. Miren Iza (del grupo Tulsa) ilumina con su voz -que intercala con éxito en el general tono íntimo del disco- los versos de "Tú nunca morirás" y a dúo con Ricardo Lezón en "La noche de San Juan" (cuando suena 'saber seguro / que hay gente como tú por los parques / que cambiarían mi vida en un instante' uno no puede evitar sentir una oleada de confusa desazón por todo lo que perdió en el camino y que a duras penas se agarra -dejándose las uñas- a esa entelequia que llamamos recuerdo). Y el final del disco con "¿Por qué combatimos?" y "Naoko" te deja definitivamente en estado de shock emocional y depurativo ('como escribió Naoko / yo también querría ser algún día aplastado / por toneladas de cariño / que merezco y que nunca me has dado').

"Tú Nunca Morirás" es un disco introspectivo, melancólico, de aflicción preciosista, de amores suspendidos en el aire, en el anhelo, en el sueño: la tristeza coronándose en lo más alto de la excelencia sentimental.
x Fernando SoYoung

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