17/1/10
The New Raemon. Café Hispano, 15/01/2010
Las canciones de Ramón Rodríguez (The New Raemon) son sencillas pero entablan una conexión especial al oírlas. Además, son breves, con lo cual esta noche pudimos disfrutar prácticamente de todo su repertorio al completo, como bien nos reconoció en los bises. Así que sonaron sus mejores canciones sin falta: "El saben aquel que diu", "La cafetera" (casi un hit), "Sucedáneos" (también en el podio de sus grandes), "La siesta", "La gran caída", "Estupendamente", "Fuera complejos" (otra gran letra), "Tú, Garfunkel", "El cau del pescador", "Por tradición" (de lo mejor de la noche), "¡Hoy estreno!", "La recta final" y "El fin de la resistencia".
El primer disco de The New Raemon, “A propósito de Garfunkel”, en directo se defiende solo, porque es un disco de grandes letras e inspirados recovecos musicales, bonitas canciones pop de alguien realmente en un estado de inspiración compositiva. Sensibilidad bien entendida e interpretada. El segundo, “La dimensión desconocida”, cuando casi todavía no habíamos digerido su debut, bajó claramente el nivel, haciéndonos dudar. Pero en directo, las canciones de este disco ganan, y se igualan con las de su gran predecesor consiguiendo un todo homogéneo, un repertorio que se sostiene con solvencia y consistencia. Los gintonics además hicieron que entre canciones el nuevo Ramón se erigiera en monologuista y chistoso improvisado. Nos quedamos mejor con su faceta musical, la de un talento que ha sobresalido de la media por méritos propios que tendrá, eso sí, que reinventarse de alguna forma para el próximo paso. x Hugo Sogas / Foto: Colectivo Anguila
Las canciones de Ramón Rodríguez (The New Raemon) son sencillas pero entablan una conexión especial al oírlas. Además, son breves, con lo cual esta noche pudimos disfrutar prácticamente de todo su repertorio al completo, como bien nos reconoció en los bises. Así que sonaron sus mejores canciones sin falta: "El saben aquel que diu", "La cafetera" (casi un hit), "Sucedáneos" (también en el podio de sus grandes), "La siesta", "La gran caída", "Estupendamente", "Fuera complejos" (otra gran letra), "Tú, Garfunkel", "El cau del pescador", "Por tradición" (de lo mejor de la noche), "¡Hoy estreno!", "La recta final" y "El fin de la resistencia".
El primer disco de The New Raemon, “A propósito de Garfunkel”, en directo se defiende solo, porque es un disco de grandes letras e inspirados recovecos musicales, bonitas canciones pop de alguien realmente en un estado de inspiración compositiva. Sensibilidad bien entendida e interpretada. El segundo, “La dimensión desconocida”, cuando casi todavía no habíamos digerido su debut, bajó claramente el nivel, haciéndonos dudar. Pero en directo, las canciones de este disco ganan, y se igualan con las de su gran predecesor consiguiendo un todo homogéneo, un repertorio que se sostiene con solvencia y consistencia. Los gintonics además hicieron que entre canciones el nuevo Ramón se erigiera en monologuista y chistoso improvisado. Nos quedamos mejor con su faceta musical, la de un talento que ha sobresalido de la media por méritos propios que tendrá, eso sí, que reinventarse de alguna forma para el próximo paso. x Hugo Sogas / Foto: Colectivo Anguila
Sidonie. Sala Oasis, 16/01/2010
Cuando nos enteramos de que Sidonie habían firmado el manifiesto antipiratería, vimos que aquellos tíos que actuaban en directo sin parar y montaban conciertos gamberretes habían cambiado, y ahora se tomaban muy en serio. Mal, muy mal. Sus primeros discos, cantados en inglés, no me hacían ni fu ni fa, así que me convertí en una de esas rarísimas avis que hasta la fecha de ayer no habían visto nunca a Sidonie en concierto. El cambio al castellano, unido a un raspado de su sonido hacia el pop, les sentó muy bien. “Fascinado” en 2005 hizo de puente, pero ya “Costa Azul” de 2007, contenía algunas canciones de esas que se pegan y se mantienen en la cabeza mucho tiempo después: “Todo lo que nos gusta”, “Sylvia”, “Costa Azul”, “Nuestro baile del viernes”. “El incendio”, de 2009, continuó la buena línea con un puñado de pelotazos pop de mucho valor como “A la vera del mar”, “Los olvidados”, “El incendio”, “Está en mi garganta”, aunque los ramalazos de rock clasicote que miran a su pasado (“Viva el loco que inventó el amor”) no los hace muy especiales precisamente.
Y en directo, esos ramalazos de rock clasicote son su línea argumental. Ayer, con un sonido demasiado recargado que apenas dejaba distinguir las voces, (las del bajista no hacía falta, porque no tiene, es todo fachada) su show demostró que les gusta mucho el circo rock, que su salsa son las posturitas y los tics rockeros de variada gama, y que están encantados de parecerse a Pereza. Eso sí, la sala, a rebosar, se lo pasó en grande con estos nuevos ricos del indie. x Matías Galli / Foto: Colectivo Anguila
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