Paseador de perros A los que leen. Capítulo XI

13/9/10

Un inmigrante peruano se gana la vida paseando perros. Acaba de romper con su novia, convive de mala manera con dos danesas, y tiende a la misantropía. No le gustan los inmigrantes -colectivo del que forma parte a disgusto-, aunque tampoco mucho los españoles, y en la medida de lo posible elude el trato personal con su jefe y con los dueños de los perros. Es del Atlético de Madrid, le gusta Nick Drake y Sr. Chinarro, y vive en Malasaña.

Sergio Galarza, nacido en Lima y afincado en Madrid, nos da un paseo por la capital y por parte de su periferia con su primera novela "Paseador de perros", un relato breve y de regusto nihilista con el que uno está encantado de hacer buenas migas a distancia. Promete ser la primera de una trilogía que no nos vamos a perder. x Hugo Sogas

"En los pasadizos y andenes del metro, me cruzo con esos rostros extranjeros de expresión amarga, tímida, indiferente, pero con una misma historia: todos buscan el dinero que les asegure un futuro mejor, sin saber que el futuro no es el dinero. Comprarán propiedades y se llenarán de hijos para quienes sus jefes tendrán un puesto reservado en las máquinas de explotación, porque el sistema no se puede detener y hace falta grasa humana para engrasar los engranajes. Morirán creyendo que Malasaña es el nombre de una planta medicinal, que Ian Curtis era el hijo de Tony Curtis y que la Sala El Sol es una tienda de muebles. ¿Y de qué sirve saber estas cosas? Bendito sea quien navega en la ignorancia del dinero y su único problema es madrugar para ir al trabajo."

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