"Doce hombres sin piedad" Tocinillo de cine (21)

21/11/10

Con la facilidad de acceder hoy día al visionado de series y películas nuevas, hemos dejado de lado aquella buena costumbre de ver películas repetidas, películas que hace años podíamos ver tres, cuatro veces y que ahora no tenemos tiempo ante tanta novedad. Lo mismo ocurre con las viejas películas en blanco y negro, los clásicos de décadas lejanas. Tenemos, además, la sensación de que en nuestra infancia y juventud, en tiempos sin mando a distancia y un par de canales tan sólo, vimos todo lo que se había hecho en el cine americano, todas aquellas comedias, westerns, películas históricas o cine negro de la época gloriosa del cine. Pero obviamente, no es cierto. No lo vimos todo, ni de lejos. Y hoy todavía, alguna vez, si te pones, puedes descubrir alguna joya de esas que te suenan y que a veces de hecho crees que has visto hace muchos años pero no es así.

Así, por casualidad mezclada con curiosidad, me animé a conseguir “Doce hombres sin piedad” una de esos títulos traducidos como le dio la gana a vaya usted a saber quién, porque el título original es “Twelve angry men”. En todo caso, es toda una lección de cine dirigida por Sidney Lumet y protagonizada por Henry Fonda, una hora y media que se pasa en un suspiro sin salir en toda la película de una habitación, esa donde se hallan doce hombres decidiendo, como miembros de un jurado, la inocencia o culpabilidad de un chico de 18 años acusado de matar a su padre, y en donde se amalgaman muchas virtudes y miserias humanas. Cine antiguo (solo por la fecha en que se hizo, 1954) recordándonos por qué entonces el cine era devotamente considerado el séptimo arte. x Rubén Aliaga