2/12/10
Close Lobsters son una banda escocesa que tuvo su período de vida activa a finales de la década de los ochenta, formando parte de aquella panorámica y mítica cassette del New Musical Express llamada C86 que mucha gente considera el nacimiento del indie. En su tracklist figuraban, además de Close Lobsters, grupos emergentes como The Shop Assistants, McCarthy, The Soup Dragons, Primal Scream, The Mighty Lemon Drops, The Pastels y The Wedding Present entre otros, todos ellos valores de futuro con el denominador común del pop de guitarras urgentes, canciones tan breves como intensas e ilusión amateur.
Curiosamente yo conocí también a Close Lobsters por una cinta de cassette original de su primer disco “Foxheads Stalk This Land” que compré en Top Records (¿alguien se acuerda de aquella tienda?) unos años después de que el grupo lanzara al mundo ese magnífico trabajo (1987). Su debut se produjo un año antes con el single “Going To Heaven To See If It Rains”, tras el cual vino “Never Seen Before”, otro gran single que daría pie al álbum que les colocaba en un lugar privilegiado en la escena británica en total ebullición en aquellas fechas. El disco es pura gloria de estribillos talentosos y guitarras vitaminadas. Los punteos de la inicial “Just Too Bloody Stupid” pone en alerta de lo que nos vamos a encontrar, como la fenomenal mezcla sonidos de guitarra de “Sewer Pipe Dream”, el maravilloso ascendente go-between de “I Kiss The Flower In Bloom”, una de esas canciones que jamás se olvidan, sobre todo ese final esplendente coreando el verso que da título a la canción, el incendio de guitarras adolescentes de “Pathetique” y la vuelta a la exquisitez pop de “A Prophecy”, una de esas canciones perfectas que el paso del tiempo no se atreve a amenazar, “In Spite Of These Times”, “Foxheads” y “Pimps” manteniendo la espiral de inspiración y estímulos enormemente disfrutables para los amantes del indie pop clásico, y el final del disco con “Mother Of God” rompiendo la media de duración de canciones, con casi ocho minutos de enérgica hipnosis guitarrera. Estos son los discos que perduran: 23 años después y el mismo virus infeccioso corre por tus venas al escucharlo…
Dos años después, en 1989, sacaron su segundo y último disco, “Headache Rhetoric”, sin la magia de su debut y con su repercusión en caída libre (salvo en Estados Unidos, donde la banda gozó de mucho más éxito que en casa). La banda que formaban Andrew Burnett, Graeme Wilmington, Tom Donnelly, Bob Burnett y Stewart McFayden tuvo una existencia breve pero nos dejó un puñado de canciones de esas que marcan una época, que asocian recuerdos y de efecto indeleble y permanente. Como regalo final, en 2009, Burnett y Wilmington remasterizaron sus canciones para lanzar un recopilatorio de singles llamado “Forever Until Victory” que, además de las joyas que hemos descrito de su álbum de debut, incluye otras curiosidades y magníficas canciones que no conocíamos (como la que se incluyó en la C86, “Firestation Towers”) y que engrandecen su pequeña leyenda de magos de la melodía y fanáticos de un sonido de guitarras tan entrañable como embriagador, de alguna forma herederos de grupos como Orange Juice, Smiths o Buzzcocks. Que el grupo con más perspectivas de gloria indie actual, The Pains Of Being Pure At Heart, los cite entre sus influencias más importantes, debería bastar para que la gente vaya a buscarlos y rescate sus estupendas canciones. x Fernando SoYoung
Curiosamente yo conocí también a Close Lobsters por una cinta de cassette original de su primer disco “Foxheads Stalk This Land” que compré en Top Records (¿alguien se acuerda de aquella tienda?) unos años después de que el grupo lanzara al mundo ese magnífico trabajo (1987). Su debut se produjo un año antes con el single “Going To Heaven To See If It Rains”, tras el cual vino “Never Seen Before”, otro gran single que daría pie al álbum que les colocaba en un lugar privilegiado en la escena británica en total ebullición en aquellas fechas. El disco es pura gloria de estribillos talentosos y guitarras vitaminadas. Los punteos de la inicial “Just Too Bloody Stupid” pone en alerta de lo que nos vamos a encontrar, como la fenomenal mezcla sonidos de guitarra de “Sewer Pipe Dream”, el maravilloso ascendente go-between de “I Kiss The Flower In Bloom”, una de esas canciones que jamás se olvidan, sobre todo ese final esplendente coreando el verso que da título a la canción, el incendio de guitarras adolescentes de “Pathetique” y la vuelta a la exquisitez pop de “A Prophecy”, una de esas canciones perfectas que el paso del tiempo no se atreve a amenazar, “In Spite Of These Times”, “Foxheads” y “Pimps” manteniendo la espiral de inspiración y estímulos enormemente disfrutables para los amantes del indie pop clásico, y el final del disco con “Mother Of God” rompiendo la media de duración de canciones, con casi ocho minutos de enérgica hipnosis guitarrera. Estos son los discos que perduran: 23 años después y el mismo virus infeccioso corre por tus venas al escucharlo…
Dos años después, en 1989, sacaron su segundo y último disco, “Headache Rhetoric”, sin la magia de su debut y con su repercusión en caída libre (salvo en Estados Unidos, donde la banda gozó de mucho más éxito que en casa). La banda que formaban Andrew Burnett, Graeme Wilmington, Tom Donnelly, Bob Burnett y Stewart McFayden tuvo una existencia breve pero nos dejó un puñado de canciones de esas que marcan una época, que asocian recuerdos y de efecto indeleble y permanente. Como regalo final, en 2009, Burnett y Wilmington remasterizaron sus canciones para lanzar un recopilatorio de singles llamado “Forever Until Victory” que, además de las joyas que hemos descrito de su álbum de debut, incluye otras curiosidades y magníficas canciones que no conocíamos (como la que se incluyó en la C86, “Firestation Towers”) y que engrandecen su pequeña leyenda de magos de la melodía y fanáticos de un sonido de guitarras tan entrañable como embriagador, de alguna forma herederos de grupos como Orange Juice, Smiths o Buzzcocks. Que el grupo con más perspectivas de gloria indie actual, The Pains Of Being Pure At Heart, los cite entre sus influencias más importantes, debería bastar para que la gente vaya a buscarlos y rescate sus estupendas canciones. x Fernando SoYoung
7 comentarios:
Llevo una hora buscando datos en internet sobre esa pregunta que lanzais y no encuentro nada al respecto, si la memoria no me falla, que seguro, esa tienda estaba en la calle Delicias y pertenecia a Linacero, como cara2, guateque o Lintesa, distribuidora de la calle Cereros (creo..).
Al investigador Miguel: Top Records era una tienda ubicada en el Centro Independencia, el Caracol, y en ella estaba Félix Aznar de encargado si no recuerdo mal.
Es posible que tuviera relación con Linacero, lo desconozco...
Okey, despejada la duda, pero ahora planteo yo otra, ¿ y la de Delicias no se llamaba así y la regentaba Miguel que era el hermano de Luís, especializada mas en discos de chumba-chumba disco? Porque recordando recordando, "pamí" que había dos, le preguntaré a Luís, si me dejais. Es que esas dudas me ayudan a no dejar los porros. El Felisón ha pasado por todas las tiendas que ha tenido Linacero, y Top Records pues, lo era, pero especializada en discotecas. Y si me lo permitís, ¿como se llamaba la tienda donde compré el London Calling de los Clash, que estaba en el pasaje Ciuvasa, en Tenor Fleta, y que llevaba Emilio el Moro? Porque en aquella época no había muchas.....
Cambiando de tema.
Fantástica la reseña, Fernando!!
Saludos-Jorge-The JangleBox
Gracias Jorge.
Miguel, mi neurona no da para mucho. Me suena lo de la calle Delicias, y también lo del pasaje Ciuvasa, pero sin mucha concreción. También me acuerdo de Sergeant Discos, en la calle Bolonia y cómo no, los dedos llenos de polvo de tanto pasar discos en Discusátix en la calle Heroísmo y luego en José Pellicer...
Me bajé un disco de este grupo, porque, aparte de pertenecer a la mítica cinta C86, estoy enamorado de la versión de Let's make some plans que hicieron los Wedding present en uno de sus Hit parade (ya que nos ponemos nostálgicos, me lo compré en Plasticland y me lo había grabado antes el pincha de Interferencias).
La verdad es que apenas les di oportunidades a los lobsters y creo que lo borré...
Volveré a ellos. Qizás en Amazon UK esté a buen precio dicho recopilatorio. Es la mejor manera de no borrar un disco.
Saludos
Es verdad, recuerdo la versión de los Wedding.
Supongo que este disco es de esos, -y más en la época en que me llegó-, que te entran en el momento y lugar adecuados, y a otra persona, claro, le puede dejar totalmente frío.
Lo que es indudable es que en su primer disco hay muy buenas canciones.
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