La primera vez que vi en directo a Mogwai, a mi izquierda tuve a un amigo que quedó fascinado; a mi derecha, a otro que quedó horrorizado. Y yo, en medio, siendo consciente de que no había visto nada igual hasta entonces, para bien y para mal. Hoy, casi 15 años después, Mogwai siguen en activo y en forma, y con eso están dichas muchas cosas. Lo primero, sin duda, es que un grupo especial, no puede ser de otra manera en una oferta de rock sin voces. Su fórmula encuentra las variables idóneas en una sonoridad intensa, unos paisajes eléctricos envolventes y unas tormentas decibélicas perfectas. En aquella ocasión quizá no estaba preparado para lo que me sobrevino, pero hoy ha pasado mucho tiempo y el grupo ha sabido modular y enriquecer su oferta.
Mogwai x Colectivo Anguila
En la sala Oasis, un lugar diez mil veces más indicado para ellos que la infame Multiusos del FIZ del año pasado, los escoceses demostraron que son un grupo mucho más grande que en sus comienzos, sobre todo tras discos tan buenos como “Rock action” y “Hardcore will never die, but you will” -de este mismo año, con las enormes “Rano pano” y “San Pedro" a la cabeza-, donde queda patente que han ganado mucho en matices melódicos, y en la introducción de elementos como violines, teclados y alguna voz aunque sea distorsionada. Aunque en directo mantienen algunos de sus petardazos rompetímpanos de siempre, de esos que te sacan el bazo por la boca del susto, ya no son la banda alienígena y demoníaca de su juventud más descarnada, y ahora nos envuelven en ambientes con muchos más alicientes, rock más clásico y sensitivo, remansos eléctricos y ritmos palpitantes crecientes. Quizá yo estaba necesitado de una buena dosis de decibelios desbocados tras un tiempo sin conciertos y eso me ha influido, pero la experiencia Mogwai de esta noche me ha parecido que dista mucho de las más planas de antaño, y aunque parezca imposible con unas coordenadas sónicas aparentemente tan limitadas, mi impresión es que esta banda no ha dejado de crecer y se ha hecho un importante y merecido hueco en el rock de nuestros días. El lleno en la sala y los sold out de otras ciudades de la gira dan fe de ello.
Gruff Rhys x Colectivo Anguila
Gruff Rhys, telonero de cierto lujo, empezó a la hora de la merienda -no fue programado el concierto para currantes, eso seguro- así que solo pude ver tres canciones, suficientes minutos para constatar que que este nombre al alza en los noventa con sus Super Furry Animals mantiene su visión ácida del pop con multitud de cacharretes en escena y buen humor. Que siga en activo sigue siendo una buena noticia. x Fernando SoYoung
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ATREYU
ha dicho...
El amigo diestro era el abajofirmante. Y efectivamente en aquel Festimad del Año de Gracia de Nuestro Señor de mil y novecientos y noventa y ocho, estos chicos no hicieron más que ruido. Un ruido espantoso sin ambages.
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El amigo diestro era el abajofirmante. Y efectivamente en aquel Festimad del Año de Gracia de Nuestro Señor de mil y novecientos y noventa y ocho, estos chicos no hicieron más que ruido. Un ruido espantoso sin ambages.
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