Rialto: sueños de cristal El arca del fanzinefable

18/4/12

Publicado en So Young #15, diciembre de 1998.

Hasta nuestro compañero El Apóstol del Indie Pop sabe, aunque se aferre a la irrealidad como si fuera dogma divino, que lo que hace poco se dio en llamar britpop y que toda la vida ha sido el pop típicamente e inconfundiblemente británico, está de capa caída, arrastrada y pisoteada. Pero también sabe este defensor a ultranza de la prolífica orientación británico-modosita que el vergel no se convierte en erial porque unas cuantas vacas se hayan quedado flacas, y que siempre quedarán unas briznillas de hierba por las que rebuscar y con las que retozar en el amplio prado de la música pop.

Monday Morning 5.19 by Rialto on Grooveshark

MONDAY MORNING 5:19. A las ocho nos despedimos, dejé tu casa y me fui a la mía. Ella dijo que se quedaba, tenía que trabajar a las nueve. Así que me fui a casa y tomé un baño, dejé pasar una hora o dos en frente de la televisión, pusieron una película que ella quería ver. / Es lunes a las 5:19 de la madrugada y todavía me pregunto dónde está ella, porque cada vez que llamo me sale su contestador. Y ahora son casi las seis y no quiero intentarlo más, si ella todavía no está de vuelta entonces esto debe de ser el final. / Al principio supuse que había ido a buscar un paquete de cigarrillos, una pinta de leche, comida para el gato, pero ahora es medianoche y aún no ha vuelto. / Es lunes a las 5:19 de la madrugada.../. A las dos y media me la imagino en el asiento de atrás de algún coche. Él desliza sus dedos por tu pelo, oh no deberías dejarle tocar ahí. / Es lunes...

Aquellos Menswear (demasiadas tundas críticas), Elastica (de tanto esperar ya no interesan a nadie), Shed Seven (su último elepé les ha ‘descumbrado’), Sleeper (desahuciados), Cast (desinflados), Bluetones (desapasionados), Northern Uproar (descafeinados), Dodgy (descontrolados), Thurman (desfondados), o uno de los que más nos duele, Echobelly (cuesta abajo con los frenos desgastados), no han sabido dar el bofetón como debían a todos aquellos avinagrados detractores que en su día les dieron en las cuatro mejillas, y ahora, unos más que otros, han quedado en el doloroso estatus de anécdota de unos años de resurgimiento del pop británico y de desenfreno musical. Aunque lo cierto es que a más de uno y de dos no les importaría quitarles lo bailao.

When We're Together by Rialto on Grooveshark

WHEN WE’RE TOGETHER. Las luces se encienden. Sigo sus movimientos : cierra la puerta, cruza la habitación. Está al teléfono otra vez, y cuando se ríe, siento que mi sangre fluye deprisa, fluye deprisa hasta mi corazón. La llamo y cuelgo, espero para examinar una vez más su casa, y miro fijamente la ventana de su pequeña cocina. Y luego la sigo por las escaleras mecánicas del metro, escondiéndome detrás de mi periódico, hasta la hora en que estemos juntos. Así que aquí estamos, solos otra vez. Yo en la oscuridad, ella en mi vista. Vuelvo atrás la película en mi cabeza, con unas pocas nuevas escenas que he diseñado, quizás le escriba una o dos líneas más.

Pero bueno, no empecéis a sulfuraros, amigo Apóstol y amigos indiekids, que ya sabéis que en la Gran Bretaña todo se renueva y se recicla, y ahora toca hablar en esta revista de un grupo que ha sorprendido a propios y extraños con un pop elegante que además mantiene ese tipo de melodía que sólo puede nacer donde se conduce por la izquierda: cinematográfica, melodramática, brillante. Son Rialto, nacidos de las cenizas de los abofeteados Kinky Machine, y comandados por un líder carismático con la suficiente imagen para arrastrar al montón de mentes ávidas de nuevos aspirantes a mitos musicales y sexuales : Louise Eliot. Tuvo que quedar atrás su single de debut, “When We’re Together” y la tremenda y apasionada perla “Untouchable” para que el mundo abriera los ojos a Rialto con su tercer sencillo “Monday Morning 5:19”, otra canción absolutamente emocionante que sirvió a su compañía (East West Records) para volver a reeditar “Untouchable” a fin de que la llama se extendiera con más velocidad y rotundidad. Rialto ya estaban “dentro”.

Untouchable by Rialto on Grooveshark

UNTOUCHABLE. Si fueras un ángel, te cortaría las alas. Para tenerte conmigo. No haría nada. Como las botellas rotas que se escapan de las manos bebidas, he visto mi estrella caer y hacerse pedazos en el suelo. Primero te lavas el pelo, luego las manos. Oh yeah, creo que he comprendido. Intocable, si no soy capaz ni de arrastrarme, si estoy demasiado mareado, empaparé mi piel en alcohol hasta que me sienta intocable. Perderé mis oportunidades en cuanto te seques el pelo. Pensaré mis respuestas cuando bajes las escaleras. ¿Crees que te voy a infectar ?

Su primer Lp, titulado de forma homónima, demuestra que a esta banda se le debe encuadrar en ese baúl lleno de estilo donde conviven los Pulp más melodramáticos, unos Divine Comedy semi-orquestales, los Suede más urbanos y menos optimistas y las bandas sonoras más románticas, John Barry, Roxy Music… La música de Rialto se escribe con una pluma de oro y desesperada, teñida de la amargura de un amor incomprendido o frustrado o sencillamente imposible. Ese amor podría ser algo bonito, pero nunca se podrá saber porque nunca se va a hacer realidad. Así que puedes consolarte con alguna película, algún bonito sueño a media luz, algo -o mejor, mucho- de alcohol, o con cualquiera de las canciones de esta arrebatadora y sensual banda.

Broken Barbie Doll by Rialto on Grooveshark

BROKEN BARBIE DOLL. Cuando era una niña tenía un plan para su vida. Casarse, sentar la cabeza, tener niños y ser una buena esposa. Pero tendría que irse a la cama al anochecer con las bombillas de colorines pegadas al techo de su habitación, así que soñó otra vida. / Ahora es demasiado tarde para volver a casa, es la sacarina y la silicona, para una muñeca barbie rota. Somníferos y alcohol, y noches que no puede recordar, para una muñeca rota.

Somos completamente pretenciosos y, lo que es más, no veo nada malo en ello”, Louis Eliot sentencia ya con la seguridad del que se sabe en el candelero, y quizás no le falte razón. Se hace acompañar de dos baterías (Pete Cuthbert y Anthony Christmas), lo que en directo les da un vigor inusitado, y completan el grupo Jonny Bull (guitarra y programaciones, ya estaba con Eliot en Kinky Machine), Julian Taylor (bajo, trompeta) y Toby Hounsham (teclados). “Todo lo que nosotros intentamos es hacer que los pequeños incidentes emocioanles de cada día parezcan un poco más dramáticos”. A fe que lo consiguen con el desamparo de relumbrón de “Broken Barbie Doll”, la belleza agridulce de “The Underdogs” y su preciosa orquestación, la dejadez soñadora de “Dream Another Dream”, el burbujeante estribillo de “Lucky Number”, la amargura fragante de “Quarantine” o la aérea nostalgia de su reciente single “Summer’s Over”, sólo una parte de las contradictorias y excitantes sensaciones que Rialto han sabido conjuntar en este notable álbum de debut que conmueve, insinúa, envuelve, emociona y reconforta, un disco de fondo y forma, de culto al sentimiento, de sueños de cristal. x Hugo Sogas

Quarantine by Rialto on Grooveshark

QUARANTINE. Se sienta en el tren desde las 5’15 hasta las 5’50. Siempre es igual. “La forma”, dice, “en que me miran”. De sábado a sábado. Contacto, sucio, enciérrame en cuarentena. Bañada en el limpio azul de una pantalla de televisión, sirviendo sueños a la luz feliz del bar de hamburguesas, viendo los coches pasar. Contacto, sucio, enciérrame en cuarentena. Todas nuestras vidas han estado en cuarentena.

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