Es imposible que caduquen porque llevan la emoción implícita en cada nota, en cada inflexión vocal. Uno es el disco de Crybaby, el grupo de Danny Coughlan, que en primera instancia nos remite a otra gran voz actual británica, Richard Hawley, pero le añade un toque más sesentas que lo emparenta de alguna manera con Roy Orbison. El disco, titulado "Crybaby" es una delicia de principio a fin. Derrocha sensibilidad y elegancia, y como ejemplo contrapuesto tenemos "We're supposed to be in love", con un estribillo contagioso que enamora, y "Misery of love", una canción delineada para romper corazones en las trizas que sean necesarias. Un gran debut.
Y otro disco que no va a caducar es el tercero de Joel Alme. Sinceramente pensaba que su anterior disco, "Waiting for the bells" iba a ser la fenomenal anomalía de un músico inspirado momentáneamente, pero nada más lejos de la realidad. Este sueco nacido en 1980 tiene algo en común con Crybaby, la querencia crooner y el gusto por el pop añejo, pero quizá con menos trascendencia de la voz y más variedad instrumental. El caso es que "Tender trap" es un disco deslumbrante plagado de momentos evocadores como "The clouds", "Everything blowns away", "Take a better look", "I remember", "A tender trap", etc. Una exhibición la de este disco de consagración de Joel Alme.
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Es imposible que caduquen porque llevan la emoción implícita en cada nota, en cada inflexión vocal. Uno es el disco de Crybaby, el grupo de Danny Coughlan, que en primera instancia nos remite a otra gran voz actual británica, Richard Hawley, pero le añade un toque más sesentas que lo emparenta de alguna manera con Roy Orbison. El disco, titulado "Crybaby" es una delicia de principio a fin. Derrocha sensibilidad y elegancia, y como ejemplo contrapuesto tenemos "We're supposed to be in love", con un estribillo contagioso que enamora, y "Misery of love", una canción delineada para romper corazones en las trizas que sean necesarias. Un gran debut.
Y otro disco que no va a caducar es el tercero de Joel Alme. Sinceramente pensaba que su anterior disco, "Waiting for the bells" iba a ser la fenomenal anomalía de un músico inspirado momentáneamente, pero nada más lejos de la realidad. Este sueco nacido en 1980 tiene algo en común con Crybaby, la querencia crooner y el gusto por el pop añejo, pero quizá con menos trascendencia de la voz y más variedad instrumental. El caso es que "Tender trap" es un disco deslumbrante plagado de momentos evocadores como "The clouds", "Everything blowns away", "Take a better look", "I remember", "A tender trap", etc. Una exhibición la de este disco de consagración de Joel Alme. 
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