Territorio EP: The Ropes y Pretty Sad

5/12/14

The Ropes son una de esas bandas que, además de que me gustan muchísimo por su sonido y sus canciones, también lo hacen porque les encanta el formato pequeño en sus ediciones, el formato EP. Llevan ya nueve años sacando canciones (¿dónde se han metido hasta ahora?) y en su discografía figuran dos elepés y nada menos que nueve epés. De esos nueve, dos son de este mismo año: "I Want It All, So I Can Have Nothing" y "Sadness Is the Rich Man's Drug". The Ropes son un dúo de New York formado por Sharon Shy y Toppy, y se mueven como pez en el agua en las canciones con misterio, con vuelta de hoja, con voces que acunan e hipnotizan, y dando similar importancia a guitarras y a sintetizadores. En su disco del año pasado, "Post-entertainment" iban tras los pasos de Ladytron, no tanto en sus más recientes canciones, algunas de las mejores de su carrera, como las preciosas y deslumbrantes "Sadness Is The Rich Man's Drug", "I am the last ghetto" y "I Want It All, So I Can Have Nothing", tres enormes piezas que me hacen preguntarme qué mecanismos son los que hacen que esta banda no sea archiconocida y admirada.



 Pretty Sad, en cambio, están empezando su andadura musical. Publican su primer EP en Shelflife (de nuevo otro tesoro de este sello en Soyuz, tras nombrarlos apenas hace unos días con The Luxembourg Signal), en donde su sonido, como no puede ser de otra manera, le va como anillo al dedo a su especial sello discográfico. Música algodonosa -como la portada- desplegada en tres canciones sensacionales, que pueden remitirnos a Azure Blue, Sarah Records y al mejor indiepop sueco. Los teclados de "Never falling" se lanzan al vacío y caen tan de pie que en poco más de dos minutos dan la vuelta y rozan el cielo. "Swim" parece la continuación de la anterior, con la exquisitez vocal por bandera y unas guitarras ultra limpias y bonitas. Y "Wish you knew", que es la que da comienzo al EP, despliega unas guitarras estilo Motorama que son una auténtica delicia. Un disco breve y tres veces bueno de un trío que en foto parecen apenas unos adolescentes. En cualquier caso, nada como el formato EP para que los grupos muestren todo su potencial sin necesidad de relleno, en las dosis justas para encandilar y dejar con ganas de más.