Pequeño circo. Historia oral del indie en España A los que leen. Capítulo XXI

23/4/15

"Pequeño circo. Historia oral del indie en España" (Editorial Contra), escrito por Nando Cruz, tiene 942 páginas nada menos. Es por tanto, un tochazo de tomo y lomo, uno de esos libros con los que -si lo lees en la cama o en el sofá en posición horizontal- se te acaban durmiendo los brazos.

Lo que no se duerme para nada es la atención sobre sus páginas, en el caso de que el lector haya vivido o conocido con más o menos intensidad -pero con alguna en cualquier caso, de lo contrario puede ser intragable- la época, el escenario o los protagonistas del libro. Es decir, si alguna vez fue a la sala Maravillas, a El Fantasma de los Ojos Azules o al Nitsa, si estuvo en el primer y segundo FIB o en Pradejón, si leyó revistas como Spiral o Rockdelux o fanzines fotocopiados, si compró discos en Plasticland, si escuchó Disco Grande o Diario Pop, si fue -y es- seguidor de sellos como Elefant, Subterfuge, Grabaciones en el Mar, Munster, Acuarela, Jabalina o Siesta, o si conoció y se sintió atraído por discos de grupos como Penelope Trip, Surfin' Bichos, Sr. Chinarro, Manta Ray, El Niño Gusano, Los Planetas, Parkinson DC, Beef, Family, El Regalo de Silvia, Automatics, La Buena Vida, Australian Blonde, El Inquilino Comunista, Sexy Sadie y un largo etcétera.

En ese caso, disfrutará como un enano de muchísimas opiniones y anécdotas de cómo vivieron todos ellos la realidad de lo que se ha venido en llamar "escena indie", cuyo pistoletazo de salida está supuestamente datado en 1992 con la celebración de la gira Noise Pop (El Regalo de Silvia, Usura y Penelope Trip). Porque el libro no es un ensayo sesudo del autor, sino una sucesión de opiniones de multitud de protagonistas clasificados a veces por ciudades y otras por importancia de algún protagonista. De esta forma, el libro se revela completísimo para conocer lo que sucedió en esos años (1988-1998) y no creo que falte nadie relevante por aparecer y comentar. De entre los nuestros, ahí están las sabrosas aportaciones de Pedro Vizcaíno, de Pepe Benito y Óscar Fayanás (El Regalo de Silvia) y de Sergio Vinadé y Andrés Perruca (El Niño Gusano).

El poso que queda es que no hubo una escena como tal, sino la aparición, en un primer momento, de unos cuantos grupos que cantaban mayoritamente en inglés partiendo de los parámetros musicales de Sonic Youth y Pixies, y que tuvieron una existencia más bien muy precaria, a excepción posteriormente de Los Planetas y pocos más.
Y la realidad, veinte años después, es clara: prácticamente ningún disco de entre todos aquellos ha envejecido lo suficientemente bien como para seguir entre nuestros favoritos y como para ser considerado referente de una época de descubrimiento tan apasionante como fue la de aquellos años, sin bien por otro lado es indudable que aquel movimiento que se produjo sentó las bases para mucha de la mejor música que se hace hoy día en España.  x Fernando SoYoung

"Pequeño circo" en 50 canciones