Misión imposible: el final feliz

31/7/18

¿Cuál es nuestra mirada al cine? ¿Es crítica? ¿Somos críticos con nosotros mismos?

El nuevo episodio del serial “Misión: Imposible” aborda el enésimo tema del loco peligroso que quiere destruir el mundo, que incluso está dispuesto a morir en su intento. Los buenos, realistas, encabezados por el superagente Ethan Hunt, buscarán evitarlo, por medio del patadón, a lo James Bond, a lo Batman. Además del patadón buscarán la persecución, indestructibles en la ficción, héroes de lo físico. Los chicos guapos y guapas no se detendrán ante nada para salvar la realidad.

Bostezo y bostezo al salir de la proyección veraniega, de la ficción, únicamente salvado por el aire acondicionado frente a la fuerte ola de calor.

No hay escapatoria y toca ver “Happy end”, el final feliz de Michael Haneke, el trastornado cineasta austriaco que de nuevo aborda el final implacable, que muestra de nuevo a los realistas dentro de una familia acomodada, frente a aquellos locos incapaces de adaptarse a ella, frente a su propia destrucción, su soledad o simplemente frente al absurdo cercano a Calais.

Los héroes de Haneke no dan patadas ni saltan de un helicóptero a otro; no son ficción. Son tan reales que al salir del cine no importa la fuerte ola de calor. Sólo importa reflexionar, criticar la postura que uno adopta frente al cine, ser honesto con lo que uno es (generalmente un cretino).

Haneke es un cineasta único, frente a los Nolan, McQuarrie u otros que intentan rizar el rizo del patadón. Haneke cuestiona los físicos espectaculares de actores o actrices y nos presenta a Trintignant, Riva o Huppert.

¿Qué cine es el verdadero? x Sergio Casado

0 comentarios: