14/2/09
Neil Diamond: 68 años.
En 2008 publicó "Home Before Dark".
Nos volvimos a interesar por la música de Neil Diamond cuando supimos que Rick Rubin iba a producir el disco predecesor al que nos ocupa hoy: “12 songs”. Hemos seguido al productor desde sus inicios, y disco que controla desde la mesa es sinónimo de calidad. Reconduce carreras estancadas y, como Tarantino, concede oportunidades a las celebridades canosas. Su trabajo con Johnny Cash en la saga “American Recordings” fue impagable.
A Neil se le conoce por sus éxitos de las décadas de los sesenta y setenta, algunas veces defendidos por él y otras como compositor. Siempre rodeado de grandes orquestaciones y mostrando una imagen de cantante romántico, no esta demás recordar alguna de las versiones que otros popularizaron: “Red, Red Wine” por UB 40, “I’m A Believer” por The Monkees, o la reciente “Girl You’ll Be A Woman Soon” por Urge Overkill. En los ochenta su esplendor sobre los escenarios comienza a apagarse tenuemente, y los noventa muestran una imagen de baladista caducada, en la senda de Julio Iglesias, aunque suponemos que en USA seguiría teniendo su tirón.
Su renacer consiste en ensalzar todo lo contrario a lo que practicó la industria con su imagen en las dos últimas décadas. Su rostro, que era el reclamo, queda en un segundo plano. En “12 songs” se pone un dibujo de él con su guitarra y en “Home Before Dark”, una foto en blanco y negro en la que apenas se le reconoce, similar a las que ilustraron los discos de Johnny Cash.
Lo que toma importancia es el Neil cantautor: su guitarra y su voz personal. Rick Rubin apenas arregla las canciones, sólo a veces aparecen líneas tímidas de piano. Un retorno al principio, a la soledad del compositor, a la honestidad de la canción, sin trampas de envoltorios. x Simón Zico
En 2008 publicó "Home Before Dark".
Nos volvimos a interesar por la música de Neil Diamond cuando supimos que Rick Rubin iba a producir el disco predecesor al que nos ocupa hoy: “12 songs”. Hemos seguido al productor desde sus inicios, y disco que controla desde la mesa es sinónimo de calidad. Reconduce carreras estancadas y, como Tarantino, concede oportunidades a las celebridades canosas. Su trabajo con Johnny Cash en la saga “American Recordings” fue impagable.
A Neil se le conoce por sus éxitos de las décadas de los sesenta y setenta, algunas veces defendidos por él y otras como compositor. Siempre rodeado de grandes orquestaciones y mostrando una imagen de cantante romántico, no esta demás recordar alguna de las versiones que otros popularizaron: “Red, Red Wine” por UB 40, “I’m A Believer” por The Monkees, o la reciente “Girl You’ll Be A Woman Soon” por Urge Overkill. En los ochenta su esplendor sobre los escenarios comienza a apagarse tenuemente, y los noventa muestran una imagen de baladista caducada, en la senda de Julio Iglesias, aunque suponemos que en USA seguiría teniendo su tirón.
Su renacer consiste en ensalzar todo lo contrario a lo que practicó la industria con su imagen en las dos últimas décadas. Su rostro, que era el reclamo, queda en un segundo plano. En “12 songs” se pone un dibujo de él con su guitarra y en “Home Before Dark”, una foto en blanco y negro en la que apenas se le reconoce, similar a las que ilustraron los discos de Johnny Cash.
Lo que toma importancia es el Neil cantautor: su guitarra y su voz personal. Rick Rubin apenas arregla las canciones, sólo a veces aparecen líneas tímidas de piano. Un retorno al principio, a la soledad del compositor, a la honestidad de la canción, sin trampas de envoltorios. x Simón Zico
"Pretty Amazing Grace"
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