La fiesta del cine: "Prisioneros" Tocinillo de cine (30)

23/10/13

Hace poco una persona aficionada al cine desde siempre me decía que había dejado de acudir asiduamente a las salas por dos motivos unidos. Uno, que no encontraba películas que le atrajeran poderosamente. Y dos, que la entrada era demasiado cara para ver un film del que tenía dudas. Lo del precio es posible. Más de 7 euros por entrada puede tirar para atrás fácilmente. Pero que no hay películas buenas en cartelera, no lo comparto en absoluto, aunque todo es cuestión de gustos y opiniones, por supuesto.

El caso es que los días 21, 22 y 23 de octubre, anteayer, ayer y hoy, han sido los elegidos para "La fiesta del cine", es decir, para la posibilidad de ir a ver una película por 2,90 euros.Y está claro que es un precio estelar que la gente no ha dejado pasar, llenando las salas. Así que el debate está abierto: ¿no iría mejor el negocio del cine con entradas algo más baratas? ¿De verdad que no se harían mejores cajas, sobre todo entre semana, días en los que muchas veces te encuentras a diez personas en toda la sala?

Mi fiesta del cine particular fue "Prisioneros", una demostración palpable de que todavía se hacen buenas películas de policías y psicópatas. Un guion muy bien hilvanado, con sorpresas y giros más que interesantes, una atmósfera oscura ambientada en el crudo invierno de una América más menos profunda, con todas las hojas de todos los árboles caídas y ni un rayo de sol en toda la película. El director era de garantías (Denis Villeneuve, "Incendies" en su currículum) y los actores, también (Hugh Jackman, Jake Gyllenhaal, Viola Davis, Maria Bello, Terrence Howard). El resultado, una espléndida película que justifica la entrada de siete y pico euros, aunque ayer costara escasamente tres.

Eso sí, en la parte negativa, que no falte como siempre el cascarrabia-comentario de la limitada educación de los masticadores de palomitas con la boca abierta, latas de refresco sorbidas y molestos sonidos varios que obligan a desviar la atención constantemente de lo que sucede en la pantalla: es lo que tiene llenar el cine. x Matías Galli