The Chills Postales desde el asilo (62)

30/10/15

Martin Phillipps: 52 años.
The Chills han editado su quinto álbum, "Silver bullets" (Fire Records) en 2015, 19 años después de su anterior disco.

Actual formación de The Chills, con Martin Phillipps en el centro

Qué alegría cuando me dijeron "los Chills van a volver a sacar un disco este año". Y no sé por qué, pero a diferencia de otros retornos de veteranos de la época (80, primeros 90), los neozelandeses me causaban buenas vibraciones previas. Sin motivo, realmente, más por intuición, o siendo sincero, por deseo ferviente. El caso es que "Silver bullets" nos trae a unos Chills bastante rejuvenecidos e inspirados, como si no hubieran pasado 25 años de su exitoso "Submarine bells" y de su eterno temazo "Heavenly pop hit".

Como a tantas bandas de la época, conocí a The Chills con el vídeo de la canción que salía en la MTV (cuando esta era una televisión musical y no la basura actual; lo sé, repito esto cada vez que nombro a este canal, pero no puedo evitarlo, son reminiscencias de la brutal conversión de un canal fascinante y descubridor en una hueca televisión donde la música es casi lo de menos). Una canción de puro pop líquido y burbujeante, imaginativo e irresistible, que por el hecho de provenir de un grupo de las antípodas y de nombre sencillo y quedón, aún le añadía más encanto. Después, les perdí la pista aunque publicaron dos discos más.

Y aquí están de nuevo The Chills con "Silver bullets". Frescura, inspiración y brillantez. Así se muestran en 2015, contra todo pronóstico y contra todo el tremendo paso del tiempo. Los "nuevos" The Chills suenan alegres y convencidos, enérgicos y con buenos estribillos, y ahí están para demostrarlo canciones como "I can't help you", "Aurora Corona", "America says hello", "Molten gold" y las cálidas y elegantes "Warm waveform" y "Underwater wasteland" metiéndonos una buena dosis de nostalgia y de pop del bueno, el de toda la vida, ese que ensancha corazones y hace mover pies y cabezas. Buenas noticias desde la habitación de Martin Phillipps del asilo musical. x Fernando SoYoung