27/10/15
Para aquel que no conozca a Nicolás Pastoriza, o a Nicolás, a secas, hay que avisarle de que es fácil quedarse atrapado en su universo y sus canciones. Basta con echar un vistazo a su atractiva página web para cogerle cariño y simpatía a este experimentado músico y compositor. Particularmente, yo le conocí a través de su álbum de 2013, "Poetas y motocicletas", en donde encontré maravillas como "Ojos gris metalizado" y "Plutón" y, posteriormente, buceando en todo su trabajo anterior, también pude comprobar todo el talento que atesoraba este músico gallego en canciones como "Supervillano (porque sí)" y "Obertura". Como suele ocurrir en estos casos, uno se pregunta qué sortilegios ha de exigir la diosa Fortuna para que alguien como Nicolás no tenga mucho más reconocimiento en nuestro país -algo que este año también me ha ocurrido con otros grandes músicos y compositores como Rafael Berrio o Luis Brea-.
En cualquier caso, estamos de enhorabuena porque Nicolás (proyecto que además de Pastoriza, completa Marta Toro) ha editado nuevas canciones, dentro de un disco titulado "Luna de Kubrick", editado por crowdfunding. Ya de entrada, el título, toda una referencia a la ciencia ficción, nos da buenas sensaciones, y no digamos el diseño gráfico del disco a cargo de un grande en estas lides -y en otras muchas- como Víctor Coyote. Está claro que Nicolás tiene amigos con talento, ya que, además de Víctor, por este disco se asoman Iván Ferreiro, David Rial, Javi Embora, Amaro Ferreiro o Fran Bansfil dando sus pinceladas musicales a las canciones de Nicolás. Unas canciones que brillan como siempre, con el sello personal de Nicolás, heredero de los mejores orfebres del pop de los sesenta y setenta, en este caso dando en la tecla perfecta con su combinación entre pop artesano y referencias a la ciencia ficción (androides, meteoritos, antimateria, gases nobles, gravedad, mutantes, viajes en el tiempo, hombres menguantes, abducciones, constelaciones, satélites) y ensamblando letras espléndidas con sonidos irresistibles (melotrón, loops, programaciones, guitaleles y ruiditos variados que le dan un toque extra-ordinario al disco).
Nicolás mima sus canciones, las acuna con nanas del espacio exterior y de su mundo interior, y el resultado no puede ser más personal y sugerente. "Luna de Kubrick" es otra gran demostración de talento de Nicolás, un disco que nos va a acompañar durante mucho tiempo. x Fernando SoYoung
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