5/3/16
Indudablemente son uno de los grupos de nuestra vida. A lo largo de toda la década de los 90 nos acompañaron con sus canciones irrepetibles, con marcado acento evasivo, atemporal y melódico. Nunca negaron su admiración por The Byrds, Big Star o Beatles, y nunca multitud de grupos coetáneos han rehusado reconocer la maestría con que los de Glasgow se manejan en el arte del estribillo centelleante.
Tampoco seré yo quien niegue la leyenda Teenage Fanclub de grupo que se agarra a la juventud como una lapa a su roca salvadora, quizá me sienta tan identificado con ellos que me niegue tercamente a aceptar que todas sus canciones son iguales (lo que es decir que si una es buena, todas lo son: éste es, indudablemente, el caso).
Pero son uno de los grupos de 2000, como lo fueron en 1991, 93, 95 y 97. Y ello gracias a un nuevo prodigio discográfico: “Howdy!”, recibido por el mundo como lo suele hacer con el ahora trío (Norman Blake, Gerard Love, Raymond McGinley): tibiamente, como asumiendo serenamente unas canciones que eso sí, nadie niega que van a permanecer imborrables en la memoria colectiva de muchísima gente. Es el caso de canciones como “Near you”, “Dumb dumb dumb” o “My uptight life”.
“Howdy!” fluye sin prisa, sin pausa, sin relleno posible, sin traumas, sin dudas. Es un disco marca de la casa, es claro, pero transitan muy lejos de la posibilidad de atisbar un declive: las armonías vocales trasparentes y las melodías cariñosas de este disco siguen mostrando a unos Teenage líderes en el gremio de la artesanía pop. Y en lo concerniente al directo ¿qué más podemos decir nuevo de ellos? Se siguen entusiasmando como críos, y siguen encandilando al personal que llena a rebosar las salas que visitan. Así lo hicieron en la última gira que pasó por nuestro país junto a The Go-Betweens, en donde apenas pasaron fugazmente por los temas de su nuevo álbum: en fin, toquen lo que toquen nos tienen en el bolsillo.
Han pasado los años (ya van peinando alguna canilla que otra), han ido pasando vivencias (suyas y nuestras) y el mundo ha cambiado demasiado aunque en el presente nunca te des cuenta. Pero allí están siempre las canciones de Teenage Fanclub, indelebles al viento, a las modas, a los problemas, al dinero, a todo. Siempre nuestras, ¡gracias TFC! (publicado en So Young en marzo de 2001).
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