28/5/16
Cullen Omori, 26 años, de Chicago, empieza su carrera en solitario ya desde una expectativa elevada, como indiscutiblemente indica el hecho de que proviene de una banda de alto standing indie como Smith Westerns. Cullen no ha defraudado en su nueva etapa en solitario. Todo lo contrario. Ha hecho que suenen en este 2016 algunas de las canciones más vibrantes de la temporada como la fabulosamente inspiradora "Cinnamon", también la romántica y desarmante "Poison dart" y por supuesto la palpitante y magnética "Synthetic romance". Son tres relámpagos formidables de un álbum que todavía avalan otras grandes canciones como "Hey girl", "Two kinds" y "Lom". A pesar de alguna canción que baja el alto nivel, la pulcritud y brillantez del ambicioso sonido de "New misery", título del disco de Cullen Omori, enamora a la primera. Un remolino de sensaciones de pop psicodélico y etéreo.
A Oscar Scheller, 24 años, de Londres, de nombre artístico solo Oscar, ya lo teníamos calado el año pasado con alguna de sus canciones. En seguida me llamó la atención esa mezcla de pop británico de toda la vida con una querencia Magnetic Fields motivada por la voz, o más bien el tono de voz más o menos destacado según le vaya a la canción. Por ejemplo en "Fifteen" y en "Good things" Stephin Merritt está muy presente. "Cut and paste" es un disco entretenido, bonito, resplandeciente, casi casi intachable en ningún renglón. "Feel it too" aturde en su sencilla perfección pop. "Only friend", con la voz de Marika Hackman, es encantadora y evocadora, de las que suben la moral mientras suenan. "Beautiful words" es otra de las perlas del disco, ya conocida de antemano, como "Daffodil days", de estribillo fulgurante. Y cuando saca el dolci a relucir, con la final "Gone forever", la conquista es definitiva. Una gozada para amantes de pure pop. x Fernando SoYoung
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