"La España vacía", de Sergio del Molino A los que leen. Capítulo XXIII

6/10/16

Sergio del Molino. "La España vacía. Viaje por un país que nunca fue" (Turner, 2016)



"La España vacía", el libro de Sergio del Molino, lleva por subtítulo "Viaje por un país que nunca fue". Habla de esos kilómetros y kilómetros de extensión que corresponden a las dos Castillas, comunidad de Madrid, Extremadura, La Rioja y Aragón, que siempre, con mayor o menor intensidad, han estado despoblados. Pero además de estar despoblados, también esos miles de kilómetros de zona rural con sus habitantes han sido humillados y despreciados durante siglos por esa otra España, la urbana y altanera, cuando en realidad todos venimos, de una u otra forma, de esa España interior vacía y olvidada.

Este libro trata de establecer esa conexión lejana o casi rota que todos tenemos con la España vacía. El libro de Sergio del Molino habla de Geografía, de Historia, de Política, de Literatura, de Cine, de Religión, de ancestros y realidades actuales. A cualquiera que le guste alguno de estos temas o todos, disfrutará a lo grande con el excelente libro que ha escrito este trotaespañas de fina prosa, hasta el punto de hacer extremadamente atractivo este ensayo sobre un tema que, a priori, podría no invitar al apasionamiento. Doble mérito para Sergio del Molino.

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"Zaragoza, la ciudad donde vivo, tiene unos setecientos mil habitantes y es capital de una región de 1,3 millones. Es decir, la mitad de la población está concentrada en una sola ciudad, y el resto, diseminada por un área más grande que los Países Bajos (donde viven diecisiete millones de personas).

"Viajar en coche por Francia, Inglaterra o Alemania consiste en una sucesión de viviendas y pueblos ininterrumpida. Es difícil plantearse un crimen en esas circunstancias. Apenas hay puntos ciegos o sin transitar para eludir a los posibles testigos".

"El voto rural tiene mucho más peso que el urbano, en términos relativos. No existe correlación entre un ciudadano y un voto, ya que el sufragio de un soriano vale por 5,9 papeletas madrileñas. Políticamente, un soriano es mucho más poderoso que un madrileño. O algunos sorianos, los que votan a los partidos mayoritarios, pues los otros no cuentan".

"Existir en la memoria es una de las formas más poderosas de existencia que conocen los humanos".

"Es más fuerte la fe del analfabeto que apenas conoce los evangelios que la del erudito que los ha estudiado a fondo".

"Quienes se retiran a un caserío rodeado por cincuenta kilómetros de silencio y montaña están manifestando un deseo claro y rotundo de ser dejados en paz".

"Entre esos jóvenes profesores que cada mañana comparten coche para viajar setenta, cien o ciento cincuenta kilómetros hasta su puesto de trabajo hay muchos vocacionales y enérgicos. El rodillo de los años no les ha mellado la voluntad ni las ganas de levantarse cuando suena el despertador. El contador de decepciones está casi a cero y la vitalidad, al cien por cien".
"Sin entusiasmo, sin un entusiasmo extasiado y rayano en la demencia, casi nadie sube a un coche a las cinco de la madrugada para viajar dos horas al medio de la España vacía a cambio de un suelo muy bajo y un futuro sin asegurar".

"Así como los nietos ateos dejan a su abuela bendecir la mesa y rezar un poco en la cena de Nochebuena, aunque se burlen de ella a escondidas, quizá sería saludable y digno dejar que los manchegos crean que los molinos de Campo de Criptana  son los que salen en la novela [el Quijote], que las gentes del Moncayo sigan estremeciéndose con leyendas de brujas y que los turolenses se emocionen con sus amantes. Es condescendiente, pero un poco de condescendencia es preferible a la altanería del nieto que le dice a la abuela que no pierda el tiempo rezando, porque Dios no existe".

"Contra los creyentes no cabe ciencia. Hay que dejarles creer en paz porque nada les va a desarmar.".
"Alguien inteligente y compasivo, en vez de burlarse y refutarles, intenta comprender por qué quieren creer con tanta vehemencia".

"Un europeo no puede escapar a la contaminación y el sesgo que impone el cristianismo, aunque no haya pisado jamás una iglesia ni haya recibido doctrina religiosa en el colegio. Está en el Geist, se incorpora a la personalidad como el sol broncea la piel. Basta con estar socializado para recibir su influjo".

"Esta es una constante de la historia de España. Cada vez que los poderosos se han vistos privados de poder, han reaccionado con la subversión. Fue así en 1833. Lo fue, a una escala mucho más monstruosa, en julio de 1936".

 "Así funciona la fe en el pasado. La tradición no es más que una mentira compartida como si fuera verdad y transmitida con modales religiosos, como tan bien sabía hacer el carlismo".

"Somos viejóvenes. No tenemos edad ni vivimos en ningún sitio. Salto a la primera persona del plural porque no puedo seguir escribiendo sin incluirme en esa sensibilidad. El asombro por el vacío del país, que sigue vaciándose, con miles de pueblos que desaparecerán en pocas décadas, es solo la mitad del misterio. La otra parte es la conciencia de que procedemos de allí, de un lugar que no existe o que está a punto de dejar de existir".