3/10/19
Ahora que parece que se prepara otra vuelta indie deluxe, la de Comet Gain, me ha sido inevitable retrotraerme a aquellos rabiosos años (mitad de los noventa) donde las canciones lo ocupaban todo, los festivales eran el único horizonte vital importante y los conciertos te elevaban a cotas de ánimo que nunca después se reprodujeron con esa intensidad. Eran los tiempos del britpop, del bueno y del malo, pero detrás de ese escaparate donde fulgían principalmente Pulp, Suede y Oasis se movían multitud de bandas de las que se pasan la vida buscando su lugar mientras una parroquia fiel de feligreses coleccionan hasta su último single de vinilo de color.
Desde luego Comet Gain eran uno de esos grupos. David Feck, su cabeza pensante y único miembro fijo desde el principio, lleva sacando discos, con más o menos distancia temporal, desde 1995. Aquel año debutaron con "Casino classics" (en la ya mítica Wiija Records), un disco que escuché hasta la saciedad y cuya canción que guardo con más cariño en la memoria, y que elegiría sin duda para incluir en una cinta de 60, es "Just fourteen". Juguetona, rítmica, de sabor amateur (marca de la casa Feck) y con la candorosa voz de Sarah Bleach, que luego abandonaría el grupo junto con otros miembros para formar Velocette, banda fugaz con un par de singles chulos.
El nuevo disco de Comet Gain tiene un gran título que les pega mucho: "Fireraisers forever!". Saldrá la semana que viene, y en los dos adelantos que se han podido escuchar se ve perfectamente que Comet Gain siguen igual revoltosos que hace veinticinco años. x Fernando SoYoung
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