21/5/20
En los créditos finales de la ópera prima de Guillermo Rojas, "Una vez más" suena "Arena y romero", de Ricardo Lezón. Y posiblemente escuchando -o leyendo- la letra esté la sinopsis completa de su película. También descriptiva es una de sus dedicatorias finales: "a los nostálgicos y a los melancólicos".
Se podría incluir a "Una vez más" efectivamente en esa telaraña de películas nostálgicas y melancólicas, de larga conversación sentimental por calles y plazas urbanas, que se hizo popular con la trilogía de Richard Linklater "Antes del...", pero que ya figuraba en muchos otros lugares cálidos y acogedores como en las películas de Eric Rohmer, algunas de Woody Allen, y en tiempos recientes Jonás Trueba (de quien, no por casualidad, aparecen unas imágenes de su "La reconquista") y Hong Sang-soo.
Abril vuelve a su Sevilla natal para el funeral de su abuela. Se fue hace cinco años rompiendo su relación con Daniel, con quien no ha tenido contacto desde entonces. En este regreso, ambos se reúnen y caminan por la ciudad recordando el pasado y analizando el presente. Lo que fueron, lo que pudo ser y lo que queda. Los pasadizos laberínticos del amor y el desamor. x Fernando SoYoung
Arena y Romero
Ricardo Lezón
El verano ya ha llegado
Arden las calles, los barrios
Desde aquí veo las llamas
Por encima de la Giralda
Los caballos reventados
Miran de reojo al rio
Y en la Plaza de la Alfalfa
Ni siquiera se oye un ruido
Arden las calles, los barrios
Desde aquí veo las llamas
Por encima de la Giralda
Los caballos reventados
Miran de reojo al rio
Y en la Plaza de la Alfalfa
Ni siquiera se oye un ruido
Ayer estuve bebiendo
Me tragó la madrugada
Y hoy me duele todo el cuerpo
Y no siento nada el alma
Voy a quedarme muy quieto
Sudando en esta cama
Espantando a los recuerdos
Y escuchando música rara
Y cuando empiece a anochecer
Bajaré hasta la alameda
Me sentaré en una terraza
A esperar a que aparezcas
Y hablaremos de bobadas
Beberemos unas cervezas
Planearemos, como siempre
Un viaje a la playa
El invierno ya ha llegado
Cómo lloran los naranjos
Sus lágrimas son las flores
Que un día tu y yo pisamos
Las gitanas congeladas
Prenden fuego a los romeros
El humo desaparece
Como todo lo que predijeron
Ayer estuve bebiendo
De la noche a la mañana
Y solamente me acuerdo
Del ruido de mis pisadas
Voy a quedarme muy quieto
Temblando en esta cama
Espantando a los recuerdos
Saludando a los fantasmas
Y cuando empiece a anochecer
Bajaré hasta la alameda
Me sentaré en una terraza
A esperar a que aparezcas
Y hablaremos de bobadas
Beberemos unas cervezas
Planearemos, como siempre
Un viaje a la playa
Pero tú ya no apareces
Por mucho que yo lo quiera
Hace casi cinco años
Que te fuiste a Inglaterra
Dicen que allí las playas
Ni siquiera tienen arena
Pero un día iré a verte
Cuando muera toda esta pena
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