6/6/20
Las malas hierbas acaban invadiendo los rincones donde nos besamos.
*
Cuando el olvido está hasta los topes, recordamos algo.
*
Los domingos de invierno por la mañana, si hace un sol radiante -como el de hoy, por ejemplo- son días alegres, esperanzadores, optimistas. Pero si los observas más de cerca, enseguida te das cuenta de que no es exactamente así, de que no brillan tanto y hay escondida en ellos como una falta de entusiasmo, como una enfermedad crónica, que los amortigua, que les impide mostrar un aspecto saludable sin fisuras, una felicidad sin atisbo de futuro ocaso. El domingo tiene mucho de filósofo pesimista, es raro un domingo al que no se le afloje la sonrisa conforme cae la tarde. Esto es bastante lógico si se piensa entre quiénes tiene que sobrevivir, nada menos que el sábado y el lunes. Dos extremistas, cada uno a su estilo.
*
Cuando el olvido está hasta los topes, recordamos algo.
*
Los domingos de invierno por la mañana, si hace un sol radiante -como el de hoy, por ejemplo- son días alegres, esperanzadores, optimistas. Pero si los observas más de cerca, enseguida te das cuenta de que no es exactamente así, de que no brillan tanto y hay escondida en ellos como una falta de entusiasmo, como una enfermedad crónica, que los amortigua, que les impide mostrar un aspecto saludable sin fisuras, una felicidad sin atisbo de futuro ocaso. El domingo tiene mucho de filósofo pesimista, es raro un domingo al que no se le afloje la sonrisa conforme cae la tarde. Esto es bastante lógico si se piensa entre quiénes tiene que sobrevivir, nada menos que el sábado y el lunes. Dos extremistas, cada uno a su estilo.
0 comentarios:
Publica un comentario