6/2/21
Esta mañana me aparecía en una lista de novedades de Spotify una canción de Ornamento y Delito, y mi alegría y sorpresa ha sido grande pensando que el grupo bilbaíno había vuelto a la actividad. Pero no, cuando me he fijado mejor, se me ha rebajado el nivel de euforia al ver que se trataba de "Montejurra", del álbum "Relicario", primero de la banda (formada por David Talbaila, Roberto Berlanga, Garikoitz Gamarra y Ricardo G. Paunero) y autoeditado en 2009.
Quizá sea porque todo lo perdido adquiere una dimensión elevada y amplificada, pero echo de menos a un grupo como Ornamento. La voz, la forma de entender el rock, las más que personales y singulares letras cáusticas, la atmósfera sónico-lírica que crean. Verdaderamente eran -son- un grupo muy especial. Como lo eran Surfin' Bichos o lo es el mejor Nacho Vegas.
Su discografía comenzó con el citado "Relicario" (2007), y luego "O+D" (2008) y "Putas y cocheros" (2009), los tres autoeditados. Limbo Starr les ficha y publican "Rompecabezas de moda y perfección moral" (2010), con canciones nuevas junto a otras recuperadas de su pasado reciente. Su segundo disco "oficial" es "Adorno" (2011), también en Limbo Starr, al que siguió, en 2014, "El espíritu objetivo", disco que presentaron en Zaragoza dentro del Festival ZaragozaFelizFeliz. Gran recuerdo. Su despedida discográfica se produjo en 2017, en Fikasound, con el disco "El glamour de las provincias", quinto mejor disco del año para Soyuz.
Siempre pensaré en ellos como uno de los grupos españoles más interesantes que he conocido, aunque me quedará la espina de ser testigo de un reconocimiento general muy por debajo de su nivel compositivo y musical. Esperando su resurrección, seguiré disfrutando de sus poderosas canciones retumbando en mi habitación.
x Fernando SoYoung
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