Recuerdo de Mario Camus: afectos

27/10/21

Puedo recordar mi llegada a Liandres, convertirla en presente. Hace muchísimo calor, dejo mi equipaje de cualquier manera y salgo a caminar hasta Ruiloba, otro pueblecito cercano a la costa cántabra, cercano al mar; entonces atravieso un pequeño túnel en la carretera. Mario Camus y su mujer, Concha, salen a recogerme con su coche. En 2011, están en la parte final del vaciado de su casa, en plena mudanza.
Aquella casa, aquel hogar, ya no existe. Pero sí mi recuerdo, la escalera de piedra, que lleva al recibidor. Otra escalera, de caracol, te dejaba junto a varias maquetas de barco. Entre ellas, el Spray, el barco que Joshua Slocum construyó para dar la vuelta al mundo en solitario.
Rodeando al barco, numerosos libros invadían todas las paredes, una mesa, películas apiladas, y el perro de Mario, Lucas, correteando, guardián vigilante pero afectuoso y noble.
Pero no todas las estanterías son iguales, aunque lo parezcan a simple vista. La estantería que además de serlo es una puerta secreta está fuera de sus bisagras, apoyada en el resto de estanterías compañeras. El cuarto al que se accedía por esa puerta ya ha sido vaciado. Camus me había hablado del origen de ese cuarto. Había hablado con un carpintero, para que le hiciera un acceso de esa puerta a una habitación que utilizaría como trastero. Allí dejaría maletas, papeles, libros, guiones de películas. El peligro era olvidar lo depositado allí.
x Sergio Casado


63. (FLASH BACK) HABITACIÓN. INT. NOCHE.

Antonia, adolescente, en la cama, escucha la voz del hombre sentado cerca de ella. Están a oscuras y el hombre es una silueta y una voz baja y profunda. La adolescente pone toda la atención y mantiene los ojos abiertos.

PEDRO:

“Crecer supone no dejar de moverte hacia adelante, seguir andando y enfrentarte con cosas nuevas que no conoces y que nadie sabrá explicarte bien..
Porque es mentira que los padres podemos enseñar todo a los hijos... Enseñar un poco y también aprender de ellos y encontrar cosas nuevas que descubrimos al tiempo. Así te verás avanzando sin pausa... A veces te quedas parada, quieta, sin saber a donde dirigirte... Si pudieras observarte desde la altura verías que ocupas el centro de un complicado laberinto... Ya has crecido... Tienes varios caminos a seguir... No quieres pedir ayuda porque sientes que elegir por donde quieres andar es algo que te corresponde decir a ti... (tachado: sigue, te dice una voz, sigue...) Buscas algún sitio que diferencie un camino de otro... Una estrella, un árbol, la forma de unas nubes, pero no encuentras nada... Finalmente echas a andar y tú sola te enfrentas con lo desconocido...Yo sólo puedo pensar que las cosas que has aprendido y sigues aprendiendo te sirvan y desearte toda la suerte que pueda haber en este mundo...”

(del guión cinematográfico de “Afectos”, por MARIO CAMUS)

1 comentario

Laphney ha dicho...

Gracias por compartir ese momento, me ha gustado leerlo y conocer esa casa de Camus :)