11/11/22
ABRAHAM BOBA. PIANO PIANO. (9/11/22. Centro Cívico Universidad)
En apenas seis meses Abraham Boba ha vertido su trabajo artístico en Zaragoza en cuatro ocasiones bastante heterogéneas: en junio, la sesión como DJ en el Bosque Sonoro de Mozota; en julio, la intimista performance presentando su libro “Esto no es una canción”; en septiembre, desbaratado enloqueciendo a las masas con León Benavente en el Vive Latino, y ahora en noviembre, un lujazo, un concierto de piano íntimo, a media luz, donde pudimos escuchar canciones de su trayectoria en solitario y algunas de las que comparte con su grupo actual.
Y ocurrió así: Fue una tarde cualquiera de otoño. Llegamos semiembrutecidos por un trabajo matutino anodino a una sala en penumbra y este músico nos ungió con el precioso bálsamo de su voz y sus melodías, dejándonos la piel emocionada y el rictus sonriente.
El piano comenzó a sonar con “Las hermanas Sánchez”, la primera de sus canciones. Siguió con “Capital” y “La educación”, regalándonos temas de aquellos discos en solitario de hace ya unos cuantos años. Nos habló sobre recuerdos y vivencias tales como el influjo de Leonard Cohen en su decisión de dedicarse a la música, su vida y huida de Madrid (“Así se vive aquí”), el concierto de Daniel Johnston en Austin al que acudió con Nacho Vegas (hizo una versión en español de “True Love will find you in the end”), su amistad inquebrantable con sus compañeros de León Benavente…
Boba interpretó las maravillosas “Hagamos algo antes de morir” y “Estado provisional”, así como “Tu vida en directo”, de la que nos contó cuánto le costó grabarla, en un estudio en Miralbueno, ya que suele hacerle llorar cuando la canta; ayer no fue el caso.
Volvió al presente con la autobiográfica “La cámara de ecos”, perteneciente a “ERA” y a continuación sacó su libro “Esto no es una canción”, del que recitó un texto de memoria aunque nos hizo el teatrillo de estirar el brazo y hacer ver que no leía bien por la presbicia. Qué coqueto, Abraham… Qué afable y sonriente... Parecía feliz ante esta propuesta de recuperar sus viejas canciones al piano; y el público agradecidísimo, aplaudiendo efusivamente a un artista que se expande polimorfo y del que no nos cansamos nunca.
El recital terminó con “Podría haber sido peor”, pero no lo fue. Fue un tiempo de mágica evasión. Boba, nos has malacostumbrado a ti en Zaragoza. ¿Qué tal otro concierto en Navidad…? x Asun No
0 comentarios:
Publica un comentario