"Sing backwards and weep" (Mark Lanegan) Subrayadas (161)

6/12/23

Las discográficas se dejaban muchísima pasta en fichar a un puñado de grupos, con la única finalidad de arrojarlos contra la pared como si fueran mierda de perro mojada y esperar a ver cuáles se quedaban pegados a ella y cuáles se deslizaban hacia el suelo, se perdían de vista y acababan por caer en el olvido.

Siempre había tenido la habilidad innata de mantener las distancias con la gente, siempre había tenido talento para dejar libre el asiento contiguo al mío en un autobús urbano lleno hasta la bandera donde solo quedaba sitio de pie. Había llegado a perfeccionar un rostro oscuro e impasible, un semblante que decía: «Aléjate o saldrás malparado». Por ese motivo, en el instituto, el novio de mi hermana, que era una estrella del baloncesto, me había apodado «Tiburón». Proyectaba la sensación de ser alguien con quien era mejor no meterse, y hacía pleno uso de aquella táctica cada vez que sentía que el consumo de drogas se veía amenazado. La heroína debía ser preservada a toda costa. No había ninguna posibilidad de que nadie me hiciera parar ahora que había encontrado el único y verdadero amor, la única tranquilidad de la que había disfrutado en mi vida.

Había leído en alguna parte que "Astral weeks" de Van Morrison se había grabado en cuatro días, y yo, inicialmente, había planeado hacer lo mismo. Tres años después, mi deseada obra maestra seguía inacabada y ya me había pulido la mayor parte del cuantioso anticipo. No en drogas, por increíble que parezca, sino en el propio disco. Estaba obsesionado con hacer un clásico, un disco único, diferente a todo lo demás, algo que me definiera como artista, una obra de arte verdaderamente grandiosa y que funcionara por sí misma, como los discos que tanto adoraba.

0 comentarios: