6/8/24
"Si el guion de la cineasta puede presumir de precisión emocional, tan lleno de esos silencios y gestos mínimos que dicen tanto, el trabajo de las protagonistas compacta todavía más la propuesta. No cuesta reconocerse en la mirada introspectiva de Vázquez –en el papel de una mujer que se cuestiona sus éxitos, pero sobre todo sus fracasos cuando, en pleno verano, ha de regresar al hogar materno porque su progenitora ha sufrido una caída– como tampoco en los ademanes orgullosos de una arrolladora Adriana Ozores, fuerte y vulnerable al mismo tiempo, porque madre e hija, con sus miedos y sus verdades, parecen decirse y sobre todo callarse muchas de las cosas que nos pasan a todos en esta vida. Y verlo así, de una manera tan vivida, filmado con un naturalismo tan cercano y tan difícilmente sencillo, atraviesa, y de qué manera, el corazón". (Paula Arantzazu Ruiz, Cinemanía).
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