11/10/06
Burbujas en la cabeza
Si preguntas a algún sector de aficionados al pop por la música francesa actual, los primeros nombres que citará seguramente serán Dominique A, Experience o Benjamin Biolay. Si preguntas a otro sector, te dirá que Daft Punk y Air. ¿De dónde salen Babamars?. De todos lados y de ninguno, quizá nacieron en una coctelera venusiana, pero suenan estupendamente.
En una madrugada televisiva los descubrí por total casualidad, y al día siguiente tuve que ir a comprarme su disco. Y todo por culpa de unas canciones frescas como sandías y adictivas como chocolatinas. Y a fecha de hoy aún me pregunto por qué extraña razón no son famosos, aunque sea por un anuncio!.
Provienen de Francia, y su primer disco se llama “Whatever happened to all your pioneers”, en homenaje a todos los pioneros de la música a los que ellos admiran y de los que dicen recibir continuas influencias. Y en el disco, como en todos, hay influencias, pero muchísimas y muy variadas, algo que se agradece. Dentro de un conjunto muy ecléctico que huye a toda velocidad del aburrimiento, predominan los sintetizadores en clave pop, a veces retro y a veces no, pero siempre con un resultado con sabor multicolor. Los de Montpellier se salen, por ejemplo, con la inaugural “Beautiful Sunday”, una canción pop de diez y medio de nota con querencia hacia los New Order y Pet Shop Boys más luminosos. No se queda muy atrás el funky-disco de “Move on”, el compadreo con sus paisanos Air en “Champagne makes bubbles in my head” y “Freeze”, la sensibilidad de “Mid-life crisis”, el ramalazo electro de “Computer” y “Extraordinary boy”, o el pop cuasi perfecto que es “The haze”.
Aunque haya algún corte que pueda bajar la media, “Whatever happened to all your pioneers” contiene dos o tres bombazos que huelen de lejos a grupo rompedor, y otras canciones de esas que guardas en tu lista de especialidades culinario-musicales de división de honor. No andamos sobrados de propuestas pop tan desacomplejadas, de estribillos tan pegadizos ni de domingos tan coloristas. Si no es con éste, con el próximo disco seguro que el marciano nombre de Babamars resonará por todas las esquinas. Gabi Lombardo, 2005
En una madrugada televisiva los descubrí por total casualidad, y al día siguiente tuve que ir a comprarme su disco. Y todo por culpa de unas canciones frescas como sandías y adictivas como chocolatinas. Y a fecha de hoy aún me pregunto por qué extraña razón no son famosos, aunque sea por un anuncio!.
Provienen de Francia, y su primer disco se llama “Whatever happened to all your pioneers”, en homenaje a todos los pioneros de la música a los que ellos admiran y de los que dicen recibir continuas influencias. Y en el disco, como en todos, hay influencias, pero muchísimas y muy variadas, algo que se agradece. Dentro de un conjunto muy ecléctico que huye a toda velocidad del aburrimiento, predominan los sintetizadores en clave pop, a veces retro y a veces no, pero siempre con un resultado con sabor multicolor. Los de Montpellier se salen, por ejemplo, con la inaugural “Beautiful Sunday”, una canción pop de diez y medio de nota con querencia hacia los New Order y Pet Shop Boys más luminosos. No se queda muy atrás el funky-disco de “Move on”, el compadreo con sus paisanos Air en “Champagne makes bubbles in my head” y “Freeze”, la sensibilidad de “Mid-life crisis”, el ramalazo electro de “Computer” y “Extraordinary boy”, o el pop cuasi perfecto que es “The haze”.
Aunque haya algún corte que pueda bajar la media, “Whatever happened to all your pioneers” contiene dos o tres bombazos que huelen de lejos a grupo rompedor, y otras canciones de esas que guardas en tu lista de especialidades culinario-musicales de división de honor. No andamos sobrados de propuestas pop tan desacomplejadas, de estribillos tan pegadizos ni de domingos tan coloristas. Si no es con éste, con el próximo disco seguro que el marciano nombre de Babamars resonará por todas las esquinas. Gabi Lombardo, 2005
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