12/4/07
En el ascensor olía mal, pero no supe descifrar cuál de las ocho personas era la culpable. 32 pisos con olor a sobaquillo hicieron que saliera de él con un pequeño mareo.
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-¡Marimar! ¿A ti también te han...?.
Nos dimos dos besos y antes de que pudiéramos preguntarnos por nuestras vidas, el conductor de la reunión nos invitó a sentarnos. Tras explicarlo todo detenidamente, el director de marketing repartió dos mini rebanadas de pan Bimbo a cada uno.
-¿Sólo esto? – pensé. -¿Sólo acertar cuál es la Nutella y cuál la Nocilla y me voy al Caribe por la patilla?
Desgraciadamente, mi prima no se percató de los gestos que le hice para que eligiera la rebanada de la izquierda y se quedó en tierra, elección errónea que me dejó claro que las innumerables meriendas que compartimos antaño en la piscina de su casa no le habían marcado como a mí. Fernando SoYoung
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