Rebanadas de ayer y de hoy Encuentros (5)

12/4/07



En el ascensor olía mal, pero no supe descifrar cuál de las ocho personas era la culpable. 32 pisos con olor a sobaquillo hicieron que saliera de él con un pequeño mareo. Cuando entramos a la sala donde se iba a realizar la prueba para la que habíamos sido elegidos por sorteo, me entraron ganas de ir al baño pero me aguanté cuando vi que en una de las sillas estaba mi prima Marimar, cuatro años mayor que yo y toda una catedrática ya desde infante en el arte de besar. No la veía desde hacía siglos.
-¡Marimar! ¿A ti también te han...?.

Nos dimos dos besos y antes de que pudiéramos preguntarnos por nuestras vidas, el conductor de la reunión nos invitó a sentarnos. Tras explicarlo todo detenidamente, el director de marketing repartió dos mini rebanadas de pan Bimbo a cada uno.
-¿Sólo esto? – pensé. -¿Sólo acertar cuál es la Nutella y cuál la Nocilla y me voy al Caribe por la patilla?

Desgraciadamente, mi prima no se percató de los gestos que le hice para que eligiera la rebanada de la izquierda y se quedó en tierra, elección errónea que me dejó claro que las innumerables meriendas que compartimos antaño en la piscina de su casa no le habían marcado como a mí. Fernando SoYoung

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