Inspiral Carpets Miradas al pasado (4)

3/6/07

Una de las cosas que definieron la estética del verano musical inglés de 1989 fueron, sin duda, las camisetas dichosas con el rostro vacuno y la leyenda 'cool as f***' (como al año siguiente lo serían los diseños del "Gold Mother" de James). Los responsables, un quinteto de Oldham y su cuarto single "Joe" editado en mayo de ese año en su propio sello Moo, una contagiosa muestra de descaro juvenil a ritmo de acelerado Hammond que teñía de psicodelia la escena manchesteriana.

Los Inspiral Carpets habían nacido en 1987 y será dos años después cuando el grupo formado por Tom Hingley (voz), Clint Boon (teclados), Graham Lambert (guitarra), Martyn Walsh (bajo) y Craig Gill (batería) pase el primer plano de toda la escena nacida alrededor de la ciudad del norte de Inglaterra. Los Inspiral no eran los más virtuosos (Stone Roses) ni los más llamativamente gamberros (Happy Mondays) ni los más adorablemente juveniles (The Charlatans), pero sus primeros singles (sobre todo el ya citado "Joe" y "Move") les convierten en unos de los más fielmente venerados por el público y la crítica. En 1990 fichan por Mute Records que les asegura mantener la independencia de estar en Moo dentro de la multinacional. El primer fruto de la nueva colaboración aparece en marzo de 1990 y les lleva directamente a las listas de éxito de su país. "This is how it feels" es una lamento emotivo y melancólico, con teclados de colorines y coros contagiosos que le NME ya proclama como el mejor single independiente del año.


"This is how it feels" / "Saturn 5"


En abril de ese mismo año sale a la calle "Life", su primer álbum. Canciones embriagadoras y brillantes como "Sun don't shine" (otra maravillosa pieza lánguida y tristona), "She comes in the fall" (que también aparecería como sencillo), "Besides me", "Directing traffik" o la ya citada "This it how it feels", llevaron al disco hasta el número 2 de las listas de ventas. Las canciones de los Inspiral se hacen reconocibles fácilmente con sus teclados luminosos y sus melodías directas. El Hammond (o el Farfisa) impregna sus composiciones y sus directos se convierten en fiestas infinitas. Los de Oldham viven sus mejores días a la sombra de "Madchester".

"Caravan", publicado en marzo de 1991, supone el anticipo a "The beast inside", que ve la luz en abril. El nuevo trabajo es un disco más oscuro (ya desde la tétrica portada), menos colorista y abierto, más introspectivo y menos vitalista. Con "Niagara" optan por desarrollos prolongados y pausados, de ambiente sobrio y monocolor, con "Further away" (más de 13 minutos), experimentan con el devaneo ondulante y sostenido, y con "Dreams are all we have" muestran su visión más sinfónica y madura. Siempre es una sorpresa ver cómo los grupos no se enquistan en fórmulas exitosas. El grupo sigue despertando admiración en las islas británicas (aunque la prensa les acusa de ir demasiado serios) y el disco llega al puesto número 5.

Cuando en octubre de 1992 se publica "Revenge of the goldfish", los días del "baggy" quedan ya algo lejanos. Tras las críticas a su segundo disco el grupo vuelve la mirada hacia los paisaje coloristas de sus primeros trabajos y con canciones como "Two worlds collide", "Bitches brew" o "Draggin' me down" retoman la facilidad para la construcción de perfectas canciones pop con innata capacidad para llegar al público. "La gente siempre querrá melodías y eso es algo de lo que los Inspiral Carpets siempre han ido sobrados. Un conseguido disco de pop parte de un buen grupo de pop" opinaba el Melody Maker.

Con "Saturn 5" (enero de 1994), una optimista celebración de luminosidad y euforia intrascendente, vuelven completamente a su sonido primitivo más contagioso. El problema es que las cosas han cambiado mucho y ahora se buscan con ansiedad grupos jóvenes y novedosos que den algo de movimento al panorama británico. "I want you" (con el huraño Mark E. Smith), en febrero de 1994, es el siguiente paso en forma de sencillo hacia su último Lp, "Devil hopping", que aparecía en marzo de ese año y que pasó prácticamente desapercibido al igual que el último single de él extraído, "Uniform" (otra inspirada pieza pop). Tras ello se acababa la carrera de uno de los grupos favoritos de una escena enriquecedora y excitante que marcó a muchos de los que vivieron esos años de agitación musical independiente.
En 1995 aparecía "The singles", un epílogo sabroso y entrañable para un grupo brillante. x Javier M. Carpi

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