7/5/08
Unas vacaciones merecidas a su lado oscuro, unos Bad Seeds soleados. Un disco perfecto de rock and roll. Desde “Murder Ballads” de 1996, Nick Cave no había hecho un disco redondo de principio a fin, aunque sí que hubo muchas grandes canciones. Pero su sonido sombrío y su voz de sepulturero sumido en una depresión a priori vitalicia, pesaba más que sus ganas de hacer rock eléctrico. “Dig!!! Lazarus Dig!!!” tiene tensión, crepitar de guitarras y órganos evangélicos que nos conducen a la comunión total con nuestro predicador en “Today’s Lesson”. Un estado de ánimo más próximo a las bodas y a los bautizos, un adiós a los funerales. x Simón Zico
No basta el prestigio, no basta su inconfundible voz, no basta su pasado. Para elaborar el rock and roll ramplón, zafio y facilón de buena parte de “Dig!!! Lazarus Dig!!!” hay grupos a patadas que lo hacen mejor, o por lo menos que se dejan la piel en el intento, algo que ya no hace Nick Cave, con o sin Bad Seeds. El otrora gran artista de culto (hoy por hoy ya es tan intocable como sobrevalorado) se ha vuelto autocomplaciente y vago, como cualquier megaestrella cuarentona mainstream, y así lo demuestran canciones como “Albert Goes West” o la que da título al disco. Porque sabemos a dónde puede llegar, esto no nos vale. Y su bigote tampoco. x Matías Galli
No basta el prestigio, no basta su inconfundible voz, no basta su pasado. Para elaborar el rock and roll ramplón, zafio y facilón de buena parte de “Dig!!! Lazarus Dig!!!” hay grupos a patadas que lo hacen mejor, o por lo menos que se dejan la piel en el intento, algo que ya no hace Nick Cave, con o sin Bad Seeds. El otrora gran artista de culto (hoy por hoy ya es tan intocable como sobrevalorado) se ha vuelto autocomplaciente y vago, como cualquier megaestrella cuarentona mainstream, y así lo demuestran canciones como “Albert Goes West” o la que da título al disco. Porque sabemos a dónde puede llegar, esto no nos vale. Y su bigote tampoco. x Matías Galli
"Dig!!! Lazarus Dig!!!"
1 comentario
Supongo que ni una ni otra. Aunque puestos a elegir me quedo con la primera.... y como diria aquel gran filósofo: «Y el que diga lo contrario es un miserable».
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