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24/12/08
Eggstone
Eggstone: Grupo de Malmö (Suecia) grandes amantes del pop hedonista y multicolor, y maestros de las melodías marítimas y atemporales. Esta es la definición que debería figurar en diccionarios y enciclopedias del mundo occidental de este trío de magos de los estribillos soleados.
La banda estuvo formada por Per Sunding (voz y bajo), Patrick Bartosch (guitarra) y Maurits Carlsson (batería), que fundaron el grupo en 1986 y con el tiempo crearían a su alrededor un estudio de grabación -Tambourine, con su socio Tore Johansson, el sexto Cardigan, productor de este grupo y de otros como Saint Etienne-, un sello discográfico -Vibrafon Records- y hasta un restaurante -La Couronne- (“muchas veces, cuando salíamos del estudio y queríamos comer algo, nos encontrábamos todos los sitios cerrados, así que se nos pasó por la cabeza montarnos uno para nosotros. No un restaurante en el sentido estricto sino algo que pudiese ser también un club, un lugar donde todos coincidiéramos, donde además se escuchase buena música”).
Su debut discográfico, tras las consabidas maquetas y un par de singles, fue grabado en ‘su’ Tambourine con el nombre de “Eggstone In San Diego” grabado por ellos mismos sin apenas conocimiento del proceso de grabación. Para el segundo (“Somersault”, 94) ya contaban con una pizca necesaria de experiencia y con Michael Blair a la producción. En 1995 crean Vibrafon, con el que un año después lanzan su tercer álbum, “Vive La Diffèrence”.
Y a España llegó, gracias al selecto sello Siesta, lo mejor que podíamos recibir, una entrada a lo grande con un disco recopilatorio que recogió temas de sus tres discos y de maxis sueltos (todavía sacarían otro recopilatorio, su última referencia, "Ça chauffe en Suède!", en 1999).
Este álbum, llamado “Spanish Slalom”, es, de principio a fin, una imprescindible colección de postales pop de colores, un disco que, cuando inventen los relojes de pulsera-CD, siempre llevaremos con nosotros. En él encontramos sucintas recuerdos a Beach Boys, Smiths, Jobim, Beatles, las bandas sonoras, decenas de detalles-referencias que lo convirtieron en su día en una obra mayúscula de pop exuberante e internacional. Con Eggstone todo el año 1998 fue verano, sólo viajábamos en lancha y las horas pasaron del gris al azul cielo en cuestión de décimas de segundo. Y si no te lo crees escucha el maravilloso transcurrir de “April And May”, “Taramasalata”, “Desdemona”, “Diesel Smoke” o “Supermeaningfectlyless”: la verdadera gran evasión. x Gabi Lombardo
Eggstone: Grupo de Malmö (Suecia) grandes amantes del pop hedonista y multicolor, y maestros de las melodías marítimas y atemporales. Esta es la definición que debería figurar en diccionarios y enciclopedias del mundo occidental de este trío de magos de los estribillos soleados.La banda estuvo formada por Per Sunding (voz y bajo), Patrick Bartosch (guitarra) y Maurits Carlsson (batería), que fundaron el grupo en 1986 y con el tiempo crearían a su alrededor un estudio de grabación -Tambourine, con su socio Tore Johansson, el sexto Cardigan, productor de este grupo y de otros como Saint Etienne-, un sello discográfico -Vibrafon Records- y hasta un restaurante -La Couronne- (“muchas veces, cuando salíamos del estudio y queríamos comer algo, nos encontrábamos todos los sitios cerrados, así que se nos pasó por la cabeza montarnos uno para nosotros. No un restaurante en el sentido estricto sino algo que pudiese ser también un club, un lugar donde todos coincidiéramos, donde además se escuchase buena música”).
Su debut discográfico, tras las consabidas maquetas y un par de singles, fue grabado en ‘su’ Tambourine con el nombre de “Eggstone In San Diego” grabado por ellos mismos sin apenas conocimiento del proceso de grabación. Para el segundo (“Somersault”, 94) ya contaban con una pizca necesaria de experiencia y con Michael Blair a la producción. En 1995 crean Vibrafon, con el que un año después lanzan su tercer álbum, “Vive La Diffèrence”.
Y a España llegó, gracias al selecto sello Siesta, lo mejor que podíamos recibir, una entrada a lo grande con un disco recopilatorio que recogió temas de sus tres discos y de maxis sueltos (todavía sacarían otro recopilatorio, su última referencia, "Ça chauffe en Suède!", en 1999).
Este álbum, llamado “Spanish Slalom”, es, de principio a fin, una imprescindible colección de postales pop de colores, un disco que, cuando inventen los relojes de pulsera-CD, siempre llevaremos con nosotros. En él encontramos sucintas recuerdos a Beach Boys, Smiths, Jobim, Beatles, las bandas sonoras, decenas de detalles-referencias que lo convirtieron en su día en una obra mayúscula de pop exuberante e internacional. Con Eggstone todo el año 1998 fue verano, sólo viajábamos en lancha y las horas pasaron del gris al azul cielo en cuestión de décimas de segundo. Y si no te lo crees escucha el maravilloso transcurrir de “April And May”, “Taramasalata”, “Desdemona”, “Diesel Smoke” o “Supermeaningfectlyless”: la verdadera gran evasión. x Gabi Lombardo 
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